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Adam and dog, Animación, Óscar 2013, Claymation, Cortometrajes, David Silverman, Fresh guacamole, Head over heels, John Kahrs, Los Simpson, Maggie Simpson in The longest daycare, Maggie Simpson: Un largo día de guardería, Minkyu Lee, Paperman, PES, Timothy Reckart
Aunque el premio Óscar a la mejor película de animación es relativamente reciente, pues tal categoría no se creó hasta el año 2001, en el que lo ganó Shrek, el Óscar al mejor cortometraje animado es entregado por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood de Los Ángeles (California) desde la quinta edición de estos premios, correspondiente a 1932, llevándoselo Árboles y flores («Flowers and trees»), dirigido por Burt Gillett y perteneciente a la serie Silly Symphonies, producida por Walt Disney. Corto este, además, innovador, pues fue el primer film estrenado comercialmente que empleaba el Technicolor a tres bandas, superando las dos usadas hasta entonces.
Aprovechando que todos pueden disfrutarse ya por la red, vamos a repasar los cinco cortometrajes de animación aspirantes en esta 85ª edición a conseguir la preciada estatuilla dorada.
Fresh guacamole
El film más breve aspirante a un premio Óscar, escasos dos minutos, ilustra un juego con la comida utilizando una mayoría de elementos lúdicos que son metamorfoseados como ingredientes de un guacamole fresco. Un video stop-motion de gran ingenio y agilidad narrativa, rasgos del estilo de su autor PES (nombre artístico de Adam Pesapane), que realizó esta pieza para la televisión por cable Showtime, casi como continuación de su anterior premiada obra «Western spaghetti» (disfrútalo pinchando aquí). Como curiosidad, las manos que aparecen son las del propio director que, ayudado por otro animador, tardó cuatro meses en elaborar la historia mediante capturas fotograma a fotograma.
Paperman
Producción de Walt Disney exhibida en pantalla grande precediendo al largometraje «¡Rompe Ralph!», se elaboró a través de un innovador software que permite combinar elementos de la animación tradicional con la animación por ordenador. Dirigido por John Kahrs, ya con experiencia en los equipos de animación de largometrajes como «Toy story 2», «Monstruos S.A.» o «Ratatouille», nos encontramos con siete volátiles minutos en blanco y negro narrando una clásica historia romántica de encuentros y desencuentros, cuyo punto de partida, según su autor, son las conexiones casuales que a veces establecemos con la gente en nuestro devenir cotidiano. Es el corto favorito para alzarse con el Óscar.
En Blog de Cine recogen un interesante artículo sobre un posible plagio de Disney, dados los parecidos más que razonables entre esta historia y la del corto australiano de imagen real «Signs».
Head over heels
Elaborada animación stop-motion en plastilina (conocida como claymation en inglés), escrita y dirigida por Timothy Reckart dentro de la National Film and Television School, una escuela de cine y televisión de Inglaterra, con la colaboración de un equipo de quince estudiantes. En diez minutos asistimos a la singular historia de Walter y Madge, maduro matrimonio cuyos muchos años de convivencia les han ido distanciando hasta solo compartir, y de forma antagónica, un mismo techo. Metáfora de los, a veces, demoledores efectos del paso del tiempo en las relaciones y de las dificultades del reencuentro, aunque con voluntad todo sea posible.
Adam and dog
El corto más poético de los candidatos, mostrándonos en quince minutos lo que pudo ser el origen de la concepción del perro como el mejor amigo del hombre, a través de su primer encuentro en el Edén. Escrita y dirigida por Minkyu Lee como ópera prima independiente de su trabajo como animador en Disney, y producida en colaboración con artistas de otros estudios como Dreamworks y Pixar, su impecable factura visual y extraordinaria recreación sonora enmarcan una trama cuyo inusual punto de vista perruno no impedirá su interesante desarrollo y emotivo desenlace.
Maggie Simpson in The longest daycare
David Silverman, director y productor de la famosa serie televisiva «Los Simpson» y realizador del título con el que esta peculiar familia saltara en 2007 a la pantalla grande: «Los Simpson: la película», es el responsable de que la pequeña Maggie Simpson viva «Un largo día de guardería», que veremos condensado en poco más de cuatro aventureros minutos de esta encantadora y eterna bebé, heroína gracias a su precoz inteligencia.
Destacaremos por lo divertido, el inicio de la historia, con los controles de seguridad en la entrada de la guardería y la clasista separación de los infantes, y el momento de duelo dramático de Maggie, a lo gran actriz del cine mudo, al ritmo de los compases de Vesti la Giubba («Ponte el traje»), famosa aria de la ópera Pagliacci («Payasos»), todo un guiño al final de la trama.
Y en breve se desvelará el corto ganador tras las famosas palabras: «And the Oscar goes to…»
Se cumplió el pronóstico, pues el corto favorito en las quinielas se llevó la preciada estatuilla dorada: «Paperman».
Disney, su productora, gana de nuevo con una historia donde aplica una innovación, como ya hizo con «Árboles y flores» hace ocho décadas.
Voy a ver primero el ganador y luego los demás. Así podré comentarlos.
http://blog.conideasyaloloco.com
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Muy bien, Nemo. ¡Que los disfrutes!
Parafraseando a mi abuela diría que los Simpson ‘no dan puntada sin hilo’. El nombre de la guardería de Maggie es Ayn Rand (el nombre aparece otra vez en una caja de muñecos de trapo que son caricatura de la propia Ayn Rand). Es una filósofa poco conocida en España pero mucho más popular en Estados Unidos donde sus teorías sobre la bondad del egoísmo dan cobertura ideológica al Tea Party y a los libertarios (libertario en EEUU es algo muy diferente al concepto europeo, nada que ver con el anarquismo). Unas teorías para mí tan detestables como el niño-chafa-mariposas de la película.
eloklahomaño
Oklahomaño, muchas gracias por tu interesante comentario sobre Ayn Rand, que nos era del todo desconocida. Desde luego, cuántos detalles se nos pasarán por ignorar los referentes inspiradores o por no caer en los guiños de los autores, que nunca son gratuitos.