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Poster - Camino de la cruz - Kreuzweg - Dietrich Brüggemann

Imposible quedar indiferente tras ver el largometraje alemán “Camino de la cruz” (Kreuzweg), con una radical propuesta visual al servicio de un vigoroso argumento en torno a las consecuencias de la intransigencia ideológica.

Por eso no es extraño que resultara una de las películas favoritas del público de la Seminci y también fuera elegida por tres de sus jurados.

El Jurado Internacional le otorgó la Espiga de Plata “por narrar con fuerza y originalidad cómo la gracia, la ortodoxia y la trascendencia pueden llegar a matar”. El Jurado de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (FIPRESCI) le concedió el Premio de la Crítica Internacional “por su impresionante representación de los efectos devastadores del fanatismo, ya sea religioso o ideológico, y las consecuencias de este fanatismo en los miembros más vulnerables de la sociedad. La película también es excepcional en cuanto refleja su tesis por medio de una estructura narrativa muy acorde y una dirección magistral”. Por su parte, el Jurado Joven de la Sección Oficial le otorgó su premio “por contar un controvertido relato a través de una poderosa puesta en escena y una estructura narrativa arriesgada y coherente”.

Kreuzweg Dietrich Brueggemann- Camino de la Cruz - AtmosferaCine

La joven María junto al Padre Weber tras terminar la sesión de catequesis de la primera secuencia del film

Su particular eje estructural se despliega ya con poderosa eficacia en la primera secuencia: más de diez minutos de plano fijo donde asistimos a una sesión de catequesis preparatoria de la Confirmación de seis adolescentes. Dispuestos alrededor del Padre Weber, evocando al cuadro de La última cena, escuchan su intenso sermón en torno al valor del sacrificio y a su condición especial de soldados de Cristo. Al finalizar, la joven María consulta en solitario al sacerdote sobre la vocación de la santidad y su vinculación con el poder de favorecer a otros. Se sientan aquí las bases de la motivación del comportamiento posterior de María, que con el fin de ayudar a su hermano pequeño (luego sabremos que con cuatro años aún no ha pronunciado una sola palabra) inicia su personal calvario de pequeñas y grandes renuncias cotidianas de todo lo que su congregación religiosa fundamentalista considera contrario al buen comportamiento cristiano (desde una vestimenta moderna a la música de moda).

Kreuzweg-Dietrich Brueggemann- Camino de la Cruz -AtmosferaCine

Retrato de familia. No hay margen de sonrisa para la joven María, que acaba de recibir una de las muchas reprimendas de su severa madre

La apuesta formal, continuar con otros trece fijos planos secuencia precedidos por el nombre de las estaciones del Vía Crucis, lejos de provocar indolencia o tedio, se articula como perfecta fórmula de representación del inmovilismo y rigidez moral que impera en la familia de María, donde una madre dominante e inflexiblemente imperativa, fanática de la doctrina de su sociedad religiosa, marcará el rumbo del voluntario martirio de su hija. Porque si la palabra martirio, de origen griego, etimológicamente significa dar testimonio, este será el camino elegido por María para demostrar a quienes le han inculcado una fe tan drástica en sus exigencias que, al servicio de su personal causa fraternal, ella es capaz de dar testimonio de sus creencias religiosas hasta sus últimas consecuencias, aunque ello suponga ser el hazmerreír de sus compañeros de clase o no escuchar siquiera al joven que le gusta y que le ofrece desinteresadamente su apoyo.

Kreuzweg-Dietrich Brueggemann- Camino de la Cruz - AtmosferaCine

En la biblioteca del colegio María conoce a Christian, compañero de estudios, con quien charla sobre los deberes de matemáticas. Este la invita a acompañarle a un ensayo del coro en la comunidad de su iglesia. Una invitación no exenta de consecuencias…

Kreuzweg- Dietrich Brueggemann- Camino de la Cruz - AtmosferaCine

En clase de gimnasia María inicia públicamente su camino de observancia estricta de la doctrina de su congregación religiosa negándose a hacer ejercicio con la moderna música elegida por su profesora

Inevitable resulta recordar la historia de “Camino” (2008) de Javier Fesser, si bien este sería su reverso austero y cargado de sobriedad, no solo por el tono y estilo elegido, también por situarse en las antípodas la energía vital del personaje encarnado por Nerea Camacho con el sombrío laconismo de la María interpretada por Lea Van Acken, debutante en el cine con este papel.

Kreuzweg - Dietrich Brueggemann- Camino de la Cruz - AtmosferaCine

Sin grandilocuencias ni efectismos, el director nos sumerge en este drama de una adolescente atrapada en la tiránica voluntad de una madre inflexible en sus creencias

Forma, fondo (un sólido guion que, previamente a la Seminci, había sido galardonado en el Festival de Berlín) y convincentes interpretaciones por parte de todo el reparto, unidos en un alegato contra cualquier adoctrinamiento férreo que niegue la libertad y la vida.

SPOILER – A destacar que incluso en ese inmovilismo formal en el que fluye la trama se opta por puntuales excepcionales: tres llamativos movimientos de cámara. Y si bien el primero resulta, en apariencia, funcional (acompañando a María desde su banco de la iglesia al altar donde recibirá el sacramento de la Confirmación), los otros dos cobran un singular significado narrativo: que el desenlace sospechado quede fuera de campo y cobre protagonismo la reacción de sus tres especiales testigos (cada uno, a su modo, motivadores del comportamiento de María), y que el plano final nos despida de la historia desde un inusual ángulo superior, mirando a un cielo donde cada espectador podrá formular su esperanzadora, o no, conclusión final.

DATOS DE INTERÉS

Su director Dietrich Brüggemann, que escribió el guion conjuntamente con su hermana Anna (este film ha sido su cuarta colaboración juntos), ha formulado diversas declaraciones muy interesantes para comprender mejor “Camino de la cruz”:

¿Por qué este formato?

Trabajar con cuadros fijos que llegan a los 15 minutos de duración fue una de las experiencias más gratificantes que he hecho desde que debuté con la película «Neun Szenen» en 2006. Aquella película funcionó como una comedia y cosechó un inesperado éxito en el público de los festivales. Así que tuve claro que era algo que podía retomar y desarrollar en el futuro. Aparte del hecho de que esta es la manera más maravillosa y concentrada de pasar un día de rodaje, también esconde un tesoro artístico. La mirada sin concesiones de una cámara inmóvil, un espacio que uno percibe siempre como un todo, un grupo de actores que sigue una coreografía propia del teatro y que puede imponer este espacio a través de una cámara que lo cubre todo, desde el plano largo hasta el primer plano. No necesitamos coger a los espectadores de la mano a través de la resolución y el montaje; en cambio, les permitimos que sus ojos vaguen y perciban todo en su simultaneidad. Luego está el trabajo con los actores que exige una concentración totalmente diferente a una película convencional a través de las tomas largas… La presión que se puede acumular lentamente en una toma larga, única. Todos ellos son aspectos que quería retomar de alguna manera.

¿Por qué este tema?

El tema de «Camino de la cruz» es, si se quiere, una versión de «Neun Szenen» vista desde su lado oscuro. Entonces nos hicimos una pregunta: ¿Qué pasa entre los jóvenes de 20 años y sus padres? ¿Cómo se consigue cortar el cordón umbilical? ¿Cuántas maneras hay de aferrarse a tus hijos o para darles su libertad? Esta vez, empezamos unos años antes y nos preguntamos: ¿qué sucede en una familia profundamente religiosa que reza a un Dios que se toma más en serio a sí mismo que a cualquier otra cosa?

¿Qué es lo que no queremos?

Queremos distinguirnos de las críticas habituales que se dirigen contra la Iglesia. Personalmente, no tengo nada contra la religión, ni tampoco contra la Iglesia católica. Dejemos a la gente que forme comunidades, funde coros y se ayude mutuamente. Este es uno de los subsistemas que da a luz a nuestra sociedad como tal, y tiene su legitimidad. Tampoco me interesan los escándalos de abusos; ya tenemos suficiente información sobre ese tema y el interés que despierta siempre deja un regusto amargo de sensacionalismo morboso. Pero me gustaría plantear una pregunta más radical: ¿Dónde está el abuso del sistema? ¿Qué sucede cuando nadie puede cruzar sus fronteras firmemente delimitadas? Cuando el párroco da clases de confirmación y los padres educan a sus hijos de acuerdo con lo que les dicta su conciencia, ¿no es esto un abuso de por sí, no un abuso esporádico o sexual, sino global y espiritual?

¿Por qué precisamente nosotros?

Anna y yo conocemos este entorno ya que nuestra propia familia perteneció a los círculos de la Sociedad de San Pío en la década de los 90. En aquel entonces, nuestro padre opinaba que estaba bien. Después se fue relajando. Nuestra familia era bastante atípica, y las razones son complejas. La película no representa para nada a nuestra familia, ni busca resolver cuestiones pendientes. El punto decisivo es: Gracias a esta situación, hemos obtenido información que hubiera sido muy difícil de conseguir de otra forma. Yo estoy siempre a favor de que los cineastas sepan de lo que están hablando. Y ese es el caso en esta película.

LA SOCIEDAD DE SAN PÍO X

Es la sociedad religiosa que sirve de base a la ficticia congregación de San Pablo a la que pertenece la familia de María. La Sociedad de San Pío X rechaza todas las reformas que se hicieron en la Iglesia desde la década de 1960, tras el Concilio Vaticano II, y defiende una fe muy rigurosa, como supuestamente se enseñaba en los orígenes del cristianismo. Sus miembros se oponen a la libertad religiosa, el divorcio, la homosexualidad, la igualdad de derechos para las mujeres, el aborto, la separación entre Estado e Iglesia, el Islam, el judaísmo y la propia Ilustración. Están en contra de todo lo que pertenece a una sociedad moderna, y por eso les llaman a veces católicos fundamentalistas, un concepto que ellos interpretan como un cumplido.

En 1975 la Sociedad fue desterrada de la comunidad de la Iglesia. Sus miembros fundaron después sus propios seminarios, conventos y capillas sin el permiso de Roma. En 1988 el obispo Lefebvre elevó cuatro sacerdotes al rango de obispos, que posteriormente fueron excomulgados por el Vaticano junto con el obispo que los consagró. En 2009 se derogó la excomunión de los cuatro obispos ordenados para fomentar un diálogo con la sociedad, pero llegó a punto muerto en 2012.

Más información en: Caramelfilms-Camino de la cruz

“Camino de la cruz” se estrena en España el próximo 12 de diciembre.