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Que en estos tiempos virtuales vea la luz una nueva publicación periódica en papel casi parece una provocación. Orphanik, coordinada por Jordi Costa bajo el auspicio de la Escuela de escritores de Madrid, se lanzó a la aventura como revista anual de análisis fílmico el año pasado y persiste en su empeño de abordar el Tren de sombras desde lo tangible de sus páginas. Estas son veinte razones para iniciar el viaje que propone.
1. El editorial de Jordi Costa, toda una declaración de intenciones para ir anticipando el enriquecedor tránsito por las 240 páginas que integran la revista. He aquí un aperitivo del texto completo:
«Hace justo un año decidimos colocarnos bajo el amparo espiritual de un personaje de Julio Verne para dar vida a una nueva revista de crítica de cine. El personaje era Orphanik, científico excéntrico que, en la novela El castillo de los Cárpatos, inventaba una suerte de pre-cine para que el barón de Gortz pudiese seguir contemplando la imagen de su amada y escuchando su voz de diva trágica de la Ópera. Si las arcanas labores de Orphanik le devuelven al perverso barón de Gortz la apariencia de vida de su amada, esta revista que quiso rendir homenaje al inquietante personaje también sigue pareciendo igual de viva que cuando nació, pero confiamos en que esta vida no sea ni espectral, ni ilusoria como la de la Stilla, la soprano devenida presencia fantasmagórica en los remotos parajes transilvanos.
Orphanik, la revista, nació en el seno del curso anual de Crítica de Cine de la Escuela de Escritores y ahí sigue, un año más, con un nuevo equipo íntegramente formado por los alumnos y la exigencia de seguir abordando la memoria del medio desde perspectivas poco ortodoxas y de seguir mirando, con rigor, pasión y entusiasmo, el fascinante presente de la imagen contemporánea».
2. En “Puertas, escaleras, ventanas y canciones. El cancionero de Terence Davies”, David Camacho Almansa nos interna con gran dinamismo en las historias del polifacético cineasta de Liverpool envolviéndonos en sus bandas sonoras, articuladas como llaves de la memoria de su complejo y evocador universo fílmico.
3. En “Hirokazu Kore-eda. El mundo en los detalles”, Ana I. Álvarez García enfoca con precisión nuestra mirada en pequeños objetos, gestos, actitudes o palabras, que evidencian la delicada narrativa con la que el japonés Kore-eda nos ha transportado, con la misma sencillez y profundidad que un haikú, a las inquietudes y conflictos vividos por sus personajes.
4. En “Manipulación, traición e infidelidad. Traduciendo las novelas de Jim Thompson al cine”, Isabel Palomo Merino espolea nuestra reflexión con su incisivo ensayo sobre el determinante papel transformador de quienes adaptan un texto literario, ejemplificándolo con las novelas negras del norteamericano Jim Thompson, convertido póstumamente en escritor de culto gracias a la trasposición al cine de muchos de sus títulos.
5. En “Pornografía visual. El cine de Michael Bay”, Yago Paris reclama con eficaz contundencia, mediante un repaso a su marcado estilo, el valor del padre cinematográfico de la saga “Transformers” y otros éxitos del cine de acción, cuyos fetichismos, excesos épicos y desacomplejada postura de patriota radical, aunque polémicos, pueden verse como un particular reflejo de cierta sociedad norteamericana.
6. En “Nuevas subjetividades. La cámara subjetiva femenina y otros procesos de identificación fílmica”, Cristina Aparicio Miranda nos sensibiliza con numerosos ejemplos sobre cómo el cine, a lo largo de su historia, ha contribuido a mantener la representación clásica de los roles de género identificando la mirada conductora del relato con los personajes masculinos, algo que, afortunadamente, está cambiando mediante nuevas formas de filmar comprometidas con una realidad más plural.
7. En «La maravilla de lo posible. En torno a La décima víctima, de Elio Petri«, Santiago Alonso reivindica la figura de Petri descubriéndonos el largometraje que podía haber marcado un antes y un después en el incipiente género de ciencia ficción italiano, una ambiciosa rareza, cruce de distopía y de comedia, precedente de sagas tan populares como «Battle Royale» y «Los juegos del hambre».
8. En “If I can make it there, I can make it everywhere. El cine español mira a Nueva York”, Pilar Oncina, como Woody Allen, nos transmite de forma entrañable su amor por una de las metrópolis que mejor ha simbolizado el gran sueño americano, y ello ofreciéndonos un recorrido por diversas películas españolas –parcialmente biográficas en su mayoría- en las que sus protagonistas experimentarán el sabor agridulce de la cara menos conocida e idílica de esta famosa urbe.
9. En “Rithy Panh, el paseante de recuerdos”, Jesús Cuéllar Menezo nos sumerge con fluidez en la trayectoria fílmica del director de la aclamada “La imagen perdida”, capaz de mantener viva la memoria histórica más dramática de su país, Camboya, marcada por el genocidio de los jemeres rojos, desde el testimonio de víctimas y verdugos sin caer en partidismos, con la firme convicción de que la verdad aparece gracias al cine.
10. En “Pasión por España. Eros y Thanatos en la piel de toro”, Nicolás Quintero nos conduce con pulso firme al reino del amor y la muerte a través de las personalísimas recreaciones de directores tan singulares como Luis Buñuel y Jesús Franco, y de perlas concretas como “Matador” y “Magical girl”; todo ello sin olvidar al dios Hypnos, bajo cuyo auspicio iniciamos camino.
11. En «Un espacio a habitar. Breves reflexiones sobre el cine de Jonás Trueba«, Eduardo Tejada deconstruye, en una elegante estructura de siete bloques, los largometrajes del más joven director de la saga Trueba, marcando su evolución y las constantes temáticas y estilísticas que lo han erigido, con tan solo cuatro títulos, en uno de los nombres más interesantes del actual panorama español de cine de autor.
12. En “Almodóvar: padres e hijos. A propósito de un ciclo”, David Sánchez, al hilo del homenaje de este año de la Filmoteca Española al director manchego con el ciclo Todo Almodóvar, aborda su filmografía, visionaria a veces y con la que a menudo ha confrontado a las dos Españas, a través de un exhaustivo juego de espejos con el cine que le ha inspirado, sin olvidar la herencia que ha dejado a su paso.
13. En “Extraños en la noche. Amores de paso en el cine”, Juan Gómez Prado, en un ágil y literario fundido encadenado, nos enlaza numerosos cruces de caminos entre dos desconocidos cuyos encuentros, aunque sean paréntesis en su cotidianidad, marcarán una huella vital que cuestionará sus existencias o les aportará una nueva visión de lo experimentado hasta ese momento.
14. En “Chaplin/Mutual. El taller del genio”, Andrés Ross nos invita muy sugestivamente a un banquete excepcional elaborado con los doce cortometrajes que Charles Chaplin realizó entre 1916 y 1917 para el estudio Mutual, manjares en sí mismos que contienen, además, el germen de la madurez de uno de los personajes cinematográficos más icónicos del siglo XX.
15. En “Asghar Farhadi. El ingeniero emocional”, Javier G. Godoy nos aproxima con refinado estilo al cineasta iraní más relevante hoy y uno de los pocos no reprobados por el gobierno de su país aun retratando conflictos humanos en el marco de su idiosincrasia actual, un autor cuya sutileza y capacidad para sorprendernos dotan a sus dramas de pareja de un especial carácter conmovedor.
16. En “John Milius. El hombre de otro tiempo”, Mario Martínez González pone firmemente en valor la figura del guionista de “Apocalypse Now”, de quien el propio Coppola y Spielberg esperaban fuera uno de los grandes tras la cámara, y cuya carrera como director no llegó a consolidarse por su personalidad radical, calificada a menudo como reaccionaria por sus películas violentas, que, no obstante, cabe entender como tramas heroicas frente a una civilización decadente.
17. En “Civilización y barbarie. El deber de descubrir a František Vláčil y su Marketa Lazarová”, Rafael S. Casademont reivindica en un completo reportaje también a otro cineasta, en quien concurre la paradoja de haber sido ignorado más allá de su tierra natal hasta fechas recientes y, sin embargo, reconocido por sus compatriotas checos como un brillante poeta de la imagen, responsable de la considerada obra cumbre de su cinematografía nacional: “Marketa Lazarová” (1967), un monumental fresco histórico ambientado en la Edad Media que, casi costando la vida de su autor, sigue brindándose hoy como una joya de la épica y el simbolismo.
18. Más de 80 críticas dedicadas a una selección de los estrenos más recomendables desde finales de 2016 hasta la primera mitad de 2017, que incluyen desde títulos ampliamente divulgados y aclamados casi por unanimidad, como «Animales nocturnos», «El ciudadano ilustre», «Frantz», «La llegada», «Moonlight» y «Paterson», a otros de difusión en pantalla grande más minoritaria a pesar de sus muchos méritos, como «David Lynch: the art life», «Dead slow ahead», «Mimosas», «La muerte de Luis XIV», «Oleg y las raras artes» y «Safari». Las suscriben los dieciséis autores de los artículos relacionados más Nacho Delgado, Francisco Martínez, Elena Palomeque, Estela Salazar, Marisa Sampayo, Antonio Sánchez, Miquel Zafra y Ana Asensio.
19. Las entrevistas a tres grandes cineastas franceses contemporáneos: Bertrand Tavernier, Bruno Dumont y Olivier Assayas, recogidas por Jordi Costa.
20. Los visitantes: confrontando crítica con creadores de películas controvertidas, este número transcribe el encuentro de los alumnos del curso con los responsables de “Los del túnel”, Pepón Montero y Juan Maidagán, que exponen razones, claves, curiosidades, del antes y después de esta original tragicomedia española.
En definitiva, Orphanik 2017, además de contrastar nuestras opiniones con las vertidas por sus autores en sus críticas, se nos presenta como un caleidoscopio desde el que ampliar nuestros horizontes cinéfilos gracias a sus ensayos temáticos, disecciones de creadores apreciados e incitaciones a descubrir o valorar a otros. Nada como una estimulante divulgación para animarnos a ver más películas.
El jueves pasado tuvo lugar en el Plató de la Cineteca de Madrid la presentación de este nuevo número, oficiada por Ignatius Farray. Pablo Vázquez escribe en La paz mundial una ingeniosa y personalísima crónica de la misma titulada “La alucinógena noche de los orfidales cinéfagos”.
Relación de puntos de venta: en Madrid puedes encontrarla en Cervantes y Compañía, Arrebato Libros, The Cómic Co, Ocho y Medio, La Central (también en su establecimiento en Barcelona), El Grifilm (en la Cineteca y también en su sede principal en Urueña). Asimismo puedes adquirirla en La Ventana Indiscreta (Zaragoza) y Librería Sandoval (Valladolid). Muy pronto llegará a Málaga y a otras ciudades.
Qué pintaza tiene esta revista, no conocía su existencia… pero tengo gran curiosidad por acceder a la misma y así lo haré, en la seguridad de que no me decepcionará.
Gracias, una vez más, por enriquecer mis humildes conocimientos cinéfilos.
Besicos.
Gracias a ti, Mercedes, por seguir el blog y tus comentarios.
Además de apreciarla por el propio estilo analítico de sus autores, ya verás como es de esas lecturas que te provocan una curiosidad especial por ir enseguida a ver muchas de las películas que reseña. Seguro que la disfrutas.
Un beso.
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