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Análisis fílmico, Animación, Cortometraje, Crítico de cine, Documental, Editorial Tal Vez, Ficción, Guía, Libro
El corto permite mayor libertad creativa, posibilita la experimentación y el riesgo por lograr nuevas formas narrativas. Es, sin duda, un género con identidad propia pero que también funciona como cantera del cine español. Es la savia que enriquece el panorama cultural de nuestro país.
Así comienza «El cortometraje en España. Un trayecto a través del lenguaje audiovisual, la historia y la crítica cinematográfica» (Editorial Tal Vez, 2017), un libro de Juan Antonio Moreno Rodríguez que se articula como una valiosa guía didáctica para introducirnos en el prolífico universo del formato corto del cine español y conocer, de forma sistematizada, rigurosa y amena, su evolución, con especial atención al análisis de una selección de títulos de los últimos años.
Conozcamos más de este libro a través de una entrevista a su autor, todo un referente en el estudio del corto español por su especialización en este ámbito.
Entre las sugerentes citas que preceden el índice del libro, incluyes esta de Jean-Luc Godard: “El cine es tanto un pensamiento que adquiere forma como una forma que permite pensar”. ¿Qué es lo que más interesa a Juan Antonio Moreno de esa función del cine?
Para mí, el cine es magia y emoción: una forma de vida. Es un trayecto hermoso, un ejercicio de desvelamiento de una idea -guion- que es transmitida al público -receptor- mediante códigos visuales que se armonizan para conseguir el objetivo final: transmitir el mensaje. Por tanto, es la manera de transformar esa idea originaria en un discurso narrativo que te haga reflexionar.
“El corto es un valor cultural con enorme potencial didáctico”. ¿Por qué defiendes con tanta vehemencia en el libro esta premisa?
Porque considero que el cortometraje es un recurso necesario que podría ser más aprovechado en los centros educativos. Estas piezas, joyas en algunos casos, son herramientas audiovisuales que deberían ponerse a disposición de los enseñantes para que estos pudieran transmitir los valores que poseen. En este sentido, me gustaría recordar que el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a través del Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) y coordinado por la Asociación de la Industria del Cortometraje (AIC), la Coordinadora del Cortometraje Español y por la Plataforma de Nuevos Realizadores (PNR), mantiene el portal “Aula Corto”, que cuenta con un amplio catálogo que se encuentra a disposición del profesorado.
Existen otras acciones, por ejemplo, la que lleva a cabo “Proyecta”, organizado por “Beamos producción”, que es un evento cultural, educativo y de ocio que pretende la alfabetización audiovisual en la provincia de Alicante y que tiene como ideario principal la toma de conciencia de la necesidad de implantar el lenguaje audiovisual en los centros formativos.
Y en este camino estoy desde hace 15 años, intentando descubrir cortos que puedan servir para educar en valores.
Este es tu tercer libro monográfico sobre el cortometraje español. ¿Desde cuándo tu pasión por este formato? Háblanos también del primer corto que recuerdas.
He tenido la oportunidad de ver los cortos que se proyectaban en las salas comerciales antes de las películas. Siempre me ha interesado la capacidad de los directores para transmitir la idea de su obra en tan breve espacio temporal. El primer corto que tuve la ocasión de ver fue “Vibración de Granada” (José Val del Omar, 1935), auténtico cine vanguardista, y quedé fascinado.

Portadas de «Cine en corto» (2009) y «Miradas en corto» (2013), que conforman una trilogía con el libro de 2017
¿Cuáles son las aportaciones principales de este libro en relación a los dos anteriores?
Respecto a los dos anteriores en este, que cierra la que considero “Trilogía del corto”, prima la vertiente didáctica. Como novedad, presento los elementos del lenguaje audiovisual, estudio el tratamiento de los medios al universo del corto y explico la forma en que realizo mis críticas.
Como parte de esa faceta pedagógica que en este libro sumas a la informativa repasas ampliamente los elementos del lenguaje audiovisual estructurándolos en tres ámbitos: morfológico, sintáctico y semántico. ¿Hasta qué punto consideras necesario su conocimiento para llegar al fondo de la obra audiovisual?
Considero esencial el conocimiento de las piezas que forman parte del engranaje del cine. Partiendo del discernimiento de los elementos audiovisuales, podremos analizar con mayor profundidad la propuesta de cada obra.
Elaboras un interesante trayecto por la historia del cortometraje español. ¿Podría hablarse de alguna época dorada?
A partir de los años 90 se produce un punto de inflexión en el formato. Además, la Academia de Cine de España otorga los primeros premios a los cortometrajistas. Desde entonces, no ha parado de crecer y desde inicios de este siglo, con el impacto de la revolución digital, las posibilidades de acceso y divulgación han experimentado un cambio sustancial. Vivimos una etapa floreciente, con reconocimientos muy importantes para nuestros jóvenes cineastas.
En este contexto de la revolución digital, ¿qué fortalezas y debilidades subrayarías?
Con la proliferación de producciones también llegan trabajos con calidades muy diversas. En los últimos años se ha producido una revitalización del documental, una dignificación de la animación y un ligero estancamiento en la ficción.
Nos sumerges en la mejor cosecha de cortos españoles de los últimos años en una intensa aproximación a numerosos títulos y autores. Esto te habrá supuesto muchas horas de visionado en diferentes espacios…
Muchas horas de trabajo, si bien he disfrutado y lo sigo haciendo. Siempre descubres alguna joya que deseas dar a conocer. He formado parte de diferentes comités de selección, he sido jurado y todo ello me ha facilitado el conocimiento de numerosos cortos. Además, en los festivales, el espacio ideal de exhibición, he tenido la ocasión de conocer a los creadores y ello me ha enriquecido para conocer más de sus obras.
Afirmas que en el corto de ficción de los últimos años se aprecia mucho menos espíritu experimental que en el corto documental. ¿A qué crees que se debe?
Pienso que en muchos casos los directores enfocan sus piezas pensando en los festivales y, tal vez, pierdan algo de frescura y riesgo. La calidad de producción es excelente pero falta, como digo, un poco de ese espíritu del corto: mayor espacio a lo experimental.
Como amante especial de la animación me ha alegrado leer que estimas que el corto animado español muestra una mejora sustancial…
Efectivamente. Como he señalado anteriormente, el corto animado español, a pesar del largo proceso de producción necesario para crearlo, exhibe una calidad impresionante que no tiene nada que envidiar a otras cinematografías. Nuestro país genera una animación excelente.
Planteas la curiosa paradoja de que asistimos a una época de crisis de pensamiento frente a la eclosión de opiniones propiciada por Internet. En este contexto, ¿qué papel crees que corresponde a la crítica cinematográfica?
Es una crisis propiciada por la globalización actual, aunque algunos investigadores opinan que se arrastra desde el periodo de entreguerras. Prima la inmediatez y falta la reflexión sosegada. No obstante, soy optimista y considero que la función de la crítica sigue siendo muy importante como eslabón intermedio entre emisor y receptor.
Además de reflexionar sobre la teoría de la crítica cinematográfica y de incluir un completo inventario de medios de comunicación dedicados a la crítica de cortos (en Internet, prensa escrita, radio y televisión), apuntas las pautas que sigues cuando tú la ejerces. ¿Nos las puedes sintetizar aquí?
Tratándose de jóvenes creadores, fijo mi atención más en las fortalezas de lo que proponen que en sus debilidades. Cuando veo un cortometraje, sea donde sea, me acompaño de una libreta en la que anoto el esquema de la historia y verifico cómo me la cuentan. Valoro siempre las aportaciones del equipo técnico y artístico al resultado final. Me documento sobre el director y siempre escribo, o eso intento, una reflexión creativa, que camina en paralelo a la obra. Desde luego, con el objetivo último de atraer la atención del lector para suscitar en él su deseo de ver ese cortometraje.
Considero el ejercicio de la crítica un privilegio que practico con absoluta honestidad e independencia.
Como ejemplo práctico, dedicas un amplio apartado del libro a 37 críticas de cortos de la etapa 2013-2016. ¿Qué criterios has primado en su elección?
He seleccionado los cortos que más me han transmitido y los que me han emocionado. Estimo importante destacar los que aportan valores para el debate y que también puedan enriquecer la formación de las jóvenes generaciones. Toda elección es muy subjetiva, pero considero que en mis trabajos he seleccionado lo más representativo del panorama nacional desde 1996 a 2016.
Aprovechando que eres un especialista en el tema y la proximidad de la entrega de los Premios Goya, no me resisto a preguntarte por la selección de cortos finalistas y a saber si tienes algún favorito.
Las selecciones nunca contentan a todos, aunque encuentro piezas interesantes.
En ficción figuran: “Australia”, de Lino Escalera, que se sustenta en un buen guion del propio Lino y de Pablo Remón y que cuenta con unas excelentes interpretaciones de Nathalie Poza y Ferrán Vilajosana -un descubrimiento-; “Como yo te amo”, de Fernando García-Ruiz, triunfadora en el Festival de Clermont-Ferrand, la meca del cortometraje, que habla del flechazo que siente un delincuente por la policía que le detiene y que resulta muy divertido; “Extraños en la carretera”, de Carlos Solano, interesante thriller, con giro final; “Madre”, de Rodrigo Sorogoyen, el corto que arrolla en casi todos los festivales de este año y favorito para el premio y, finalmente, “Baraka”, de Néstor Ruiz Medina, que habla de cómo afrontan la guerra de Irak los niños.
En cuanto al documental, los nominados son: “Los desheredados”, de Laura Ferrés, muy buen trabajo, premiado en el Festival de Cannes, que cuenta la historia del padre de la directora, quien cierra su empresa familiar y ha de adaptarse a una nueva realidad laboral; “La primavera rosa en México”, de Mario de la Torre, que aborda la realidad del colectivo LGTB y que forma parte de una serie documental sobre este tema que anteriormente se rodó en Túnez y en Rusia; “The fourth kingdom”, de Adán Aliaga y Álex Lora, estupendo trabajo donde muestran el reino de los plásticos de Nueva York, al que acuden a diario inmigrantes que todavía persiguen el sueño americano, y, finalmente, “Tribus de la inquisición”, de Mabel Lozano, que cuenta el vergonzoso acto de linchamiento que todavía se realiza en algunos municipios de Bolivia. Aquí, mis favoritos son los cortos de Laura y de Adán y Álex.
En cuanto a la animación, contamos con: “Colores”, de Arly Jones y Sami Natsheh, animación en 2D sobre la armonía con la naturaleza, sobre la amistad y sobre la superación de barreras; “Un día en el parque”, de Diego Porral, plano secuencia en 3D que habla de las famosas “batallitas” que nos contaban los abuelos y que se repiten con el paso de la generaciones, que desprende un humor un tanto especial y que es mi favorito; “El ermitaño”, de Raúl Díez, apocalíptica aventura de unos seres híbridos, con una animación que impacta y, finalmente, “Woody&Woody”, de Jaume Carrió, simpático trabajo en 2D que penetra en el universo del cineasta Woody Allen.
¿Un deseo para este 2018 en relación al cortometraje español?
Que siga la progresión de nuestro cortometraje y que nuestros jóvenes creadores se acerquen más a la génesis del formato -experimentación-.
Ojalá que la Administración pueda apoyar más a este género con identidad propia que genera cultura para España.
Para finalizar, recomiéndanos un corto español de visionado accesible por Internet.
Propongo mi favorito en animación para los Goya de este año: “Un día en el parque”.
Accede a verlo íntegro desde aquí.
Sobre el autor del libro
Juan Antonio Moreno (Madrid, 1959). Vinculado desde hace 15 años al mundo del cortometraje, además de publicar los tres libros monográficos citados, ideó en 2007 la sección “Corto pero intenso” para el “Diario de Alcalá”, en la que pulsó la actualidad creativa en este formato hasta 2013 y por la que fue galardonado en 2011 con el Primer Premio Prensa de la Agencia del Cortometraje Español. Desde 2013 colabora en el Boletín digital de actividades de cine y audiovisual de la Comunidad de Madrid con la sección “Cortos inolvidables”. Actualmente es jefe de la sección “En corto” en la revista de crítica de cine, tv y cultura audiovisual “Fila Siete”, dirige y presenta junto a Antonio Peláez el programa “Un corto contigo”, para la cadena de televisión “Déjate de Historias TV”, y mantiene el Blog cultural “Corto pero intenso”. Ha participado en algunos Festivales de cine en calidad de jurado y también como integrante de varios comités de selección. En el ámbito didáctico, imparte talleres de crítica y charlas sobre el universo del corto en distintas universidades españolas. Es miembro de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (FIPRESCI) y de la Asociación Española de Críticos de Arte (AECA).
Índice del libro
Qué ganas de echar un vistazo a todos los cortometrajes que se nombran durante la entrevista. Qué pena que no se apueste por proyectar algunos de ellos antes de las películas. El otro día vi Timecode, y lo disfruté muchísimo. Cine y baile, una mezcla que me apasiona…
Beso
Hildy
Cierto, Hildy, ojalá que las salas comerciales proyectasen habitualmente cortos precediendo a los largos. Está sucediendo así con «The fourth kingdom», que acompaña a «Most beautiful island» y parece ser que está funcionando muy bien. Por otra parte, «Los desheredados», el corto que con aquel comparte nominación a los Premios Goya en la categoría documental, tuvo pases independientes en una quincena de pantallas grandes. De momento son casos aislados, pero confiemos en que sean un primer paso hacia cierta continuidad…
También me encanta «Timecode», una bella y original historia de amor donde la danza sustituye a las palabras.
Besos.
Una entrevista magnífica a Juan Antonio Moreno. Por un largo recorrido al cortometraje!
¡Gracias, Pimontes! ¡Así sea: larga vida al corto y a su difusión!
Hola amiga AtmósferaCine☺!!!
Qué bonito paseo por el mundo del corto, tan poco conocido por una gran mayoría de espectadores, ya que no se le da la valoración que se merece: «decir tanto en tan poco». Delicioso el corto de animación «Un día en el parque», lleno de ternura nostálgica, recogiendo grandes mensajes en su corta duración.
Comparto la idea de que se expusieran antes de las largas proyecciones. Algo se está iniciando, esperamos se continúe…
Gracias una vez más.
Besotes.
¡Gracias a ti, Mercedes, por tus comentarios! Me alegra que también compartamos gusto por el cortometraje. Precisamente en la reciente entrega de los Premios Gaudí, el pasado 28 de enero, resultó ganador en esta categoría «Los desheredados», de Laura Ferrés, del que escribimos aquí hace un mes y que ha podido verse en pantalla grande, reconocido antes por otros importantes premios. Confiemos en que, al menos, los avalados por distinciones cinematográficas encuentren su hueco en la cartelera comercial para obtener mayor divulgación.
«Un día en el parque» parte de una premisa muy sencilla y concluye con un guiño pleno de ironía, demostrando que, a veces, desde la mayor cercanía, sin grandes alardes técnicos ni ambiciosos argumentos, puede crearse una breve historia con la que empatizar y sonreír.
Cinéfilos besos.
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