Etiquetas
23lunes studio, 3D, Alan Carabantes, Alike, Animación, Birdbox, Cortometrajes, Gobelins, Humor, Marc Briones, PepeSchoolLand, Premios Goya
En el sitio más inesperado puede surgir el flechazo. Un cruce de miradas y una revolución interior. ¿Serás capaz de aprovechar el momento, aunque el tiempo juegue en tu contra?
Y es que en la estación de la vida pasan trenes a los que decides subirte de forma imprevista o los pierdes con todas las oportunidades que conllevan. David Lean recreó este dilema magistralmente en «Breve encuentro» (1945). Entre la producción española, un corto ya clásico, «El columpio» (Álvaro Fernández Armero, 1993), es otra ejemplar referencia en clave de comedia.
El cortometraje «Darrel» se une a las memorables historias donde un encuentro casual en un andén puede ser el inicio de una gran historia de amor. A través de una animación digital impecable, poco más de tres minutos de desventuras tan divertidas y dinámicas que resulta casi inevitable no sentir finalmente empatía por su verde protagonista.
Nominado al mejor corto de animación de los Premios Goya en su 31ª edición celebrada en 2017 (el único en diseño 3D), entre los treinta y cinco galardones cosechados por «Darrel» se encuentran el de mejor corto animado en el Festival de Sitges 2016, el de mejor corto nacional y premio especial del público en el Congreso Internacional de Animación, Efectos Visuales y Nuevos Media Mundos Digitales 2016 y el especial del público en el Mercado Internacional de Animación y Videojuegos 3D Wire, además de su selección en numerosos festivales y su participación en la lista de cortos preseleccionados en la carrera de los Oscar otorgados en 2018.
Antes de verlo, profundicemos en el mundo de Darrel gracias a la entrevista que amablemente nos han concedido sus directores: Alan Carabantes y Marc Briones.
FLASHBACK
¿Cómo os conocisteis y surgió el proyecto conjunto “Darrel”?
Nos conocimos en PepeSchoolLand. En esa pequeña etapa de sufrimiento colectivo (en la “Pepe”, Dani -Daniel Martínez Lara, su director-, mete muchísima caña) hicimos buena amistad y congeniamos mucho en cuanto a la forma de trabajar y, sobre todo, el humor. Al terminar la escuela Dani nos dio la oportunidad de estar en un coworking de exalumnos y profesionales con distintos perfiles. Allí decidimos hacer un ejercicio de animación conjunto para seguir practicando. Y entre café y café, a medida que nos iba interesando la narrativa, fue surgiendo la idea de hacer un cortometraje. Al principio eran gags descomprometidos, tipo «cámara café», que no seguían ningún hilo argumental. El trabajo fue convertir todas esas ideas que funcionaban bien individualmente en una historia con narrativa y personajes bien desarrollados.
DE LA HISTORIA Y SU MAKING OF
¿Por qué un camaleón como protagonista: por el gag de los momentos de rubor, de las moscas o también por otros motivos?
Comenzó siendo un diseño gracioso de personajes para contar una historia que no tenía nada que ver con Darrel, pero nos gustó y decidimos probar una historia con camaleones. A raíz de eso añadimos elementos propios del mundo de los camaleones como el cambio de color o las moscas para los gags del corto.
¿El nombre de la máquina expendedora tiene algo que ver con la banda de rock japonesa Superfly?
Jajajaja. No, es totalmente improvisado. Fue un hallazgo debido a un «mal» diseño de Marc. Quedamos en proponer un diseño de mosca cada uno. La mosca con culo que dibujó Marc vimos que podía relacionarse con la cultura japonesa. Así que la aprovechamos para representar una “caricatura de la mosca” dentro del mundo cartoon que estábamos buscando. La propuesta de Alan encajaba mucho mejor como personaje acorde al estilo general del corto.
¿Qué os resultó más laborioso es vuestra animación 3D y cuánto tiempo os llevó?
Previamente trabajamos muchas animáticas, y muchos layouts. Hicimos hasta un primer pase de blocking de todo el cortometraje para encajar a la perfección todo el montaje antes de ponernos con la animación final. Para nosotros era muy importante medir muy bien los tiempos de cada plano, ayudándonos mucho tener todo el cortometraje en blocking con todos los actings más o menos finales para cerrar bien el corto y así poder pensar ya en la sonorización final. No podríamos dar una fecha exacta, ya que rehicimos muchos actings antes de pulir, pero supongo que unos 5 o 6 meses en total.
En el breve video “We are Darrel”, a modo de muestra de cuaderno de rodaje, se os ve como modelos de expresión de vuestro protagonista. ¿Fue un recurso recurrente que usasteis como apoyo creativo?
Si, de hecho la gente que nos conoce bien… cuando ve Darrel nos comenta que les recuerda mucho a nosotros, por cómo se mueve y se expresa Darrel: “¡Es que es como vosotros!”, nos dicen 🙂
Cada creador cuenta con un universo propio. ¿Cómo fue conciliar el de ambos al frente de “Darrel”?
En ocasiones, difícil. Muchas veces chocamos en decisiones importantes. Pero reflexionando y analizando el motivo de cada opinión o propuesta… al final, llegábamos a puntos donde ambos estábamos de acuerdo.
En la historia prima el humor slapstick, ¿fue premeditado desde el inicio?
No, de hecho los gags tenían un humor mucho más interno nuestro. Y mediante el feedback por parte de compañeros y familiares fuimos trabajando cada gag para tener algo mucho más medido, para todos los públicos.
Me gusta mucho que se inicie con la imagen de una pared de viejas baldosas con el típico corazón de enamorados (con vuestras iniciales) pintado sobre ellas justo antes de que irrumpa una prosaica mosca. Todo un representativo detalle.
Eso fue una broma interna. Después de tanto “sufrimiento”, en el buen sentido de la palabra, lo que al final queda entre nosotros tras tanto trabajo es una amistad para toda la vida. Así que ahí queda como anécdota, hasta que algún día nos juntemos para hacer otro corto… jajaja 🙂
La forma de concluir una historia audiovisual, máxime cuanto más corta resulta, es una labor delicada, como la de colocar bien la guinda de un pastel. Vuestro humor negro del final provoca que terminemos con una sonrisa.
Si, de hecho fue algo que nos costó mucho medir. Temíamos que al terminar la gente empatizara más con ella que con Darrel, y quedara un final demasiado trágico. Probamos muchas resoluciones diferentes: ella dentro del metro, ella fuera, conclusión más gore, etc. Y tras mucho estudio dimos con la tecla. La propia personalidad de Darrel más su actitud de “loser” adorable y la elección de una música ambiente simpática, etc, juegan un papel importante para que al final logres empatizar con el bueno de Darrel.
También me parece muy acertada como contrapunto último la canción “She’s a rainbow”, de Jesse O’Mahoney y Theo Golding. ¿Cómo terminó elegida?
Como comentamos anteriormente, lo que nos parecía muy importante era el final. Trabajamos en la música empezando por la parte última. Si trabajábamos con algo muy narrativo o instrumental, era muy fácil dramatizar la situación y ello nos llevaba a lo que no queríamos. Estudiamos muchas formas para musicalizar el cortometraje. Finalmente dimos con la idea de “música de supermercado” o música ambiente. Al estar seguros de esa idea, solo nos faltaba localizar la canción adecuada, hasta que encontramos «She’s is a rainbow», que nos pareció perfecta.
RESONANCIAS
Habéis declarado que entre vuestras influencias se sitúa el estudio londinense Birdbox, caracterizado por su sencillez formal y su fino y crítico humor. ¿Qué es lo que más os atrae de su obra?
Lo que nos atrae tanto de las piezas de Birdbox es la simplicidad de sus piezas para contar gags efectivos. La relación entre recursos y premio para el espectador es genial en todas sus piezas. Un par de ejemplos que nos gustan especialmente son los cortos «Carpark» (accede a verlo desde aquí) y «Sketchy guard» (íntegro aquí).
El oscarizado corto “Paperman” también os resultó inspirador. ¿Qué os interesaba más de su combinado de romance, ternura e imaginación?
El corto «Paperman» nos gustaba como referencia por lo rápido que pone en contexto al espectador y por la simplicidad de la historia contada con recursos muy originales. Transmite muy bien el romance entre los dos protagonistas y nos interesaba tener buenos ejemplos que nos ayudaran a generar esa conexión mágica entre personajes.
Ganador también del Goya al mejor corto, en la categoría de animación y en la edición de 2015, fue “Alike”, codirigido por Rafael Cano “Rafiki”, que colabora en vuestro corto en los créditos y como animador adicional (con un guiño en el libro que lee la protagonista). ¿Cómo llegasteis a conectar y formar equipo?
Le debemos mucho a Rafa, ya que ha sido nuestro maestro en muchos ámbitos. Es un profesional y amigo que admiramos mucho. En el coworking de la PepeSchoolLand, mientras preparábamos «Darrel», «Alike» se encontraba en su última fase. Así que aprovechamos esa cercanía y amistad para pedirle consejos. Nos ayudó a crecer como profesionales durante el corto mediante feedback, charlas… y para nosotros fue un honor contar con él en algún plano de animación.
DESPUÉS DE DARREL
¿En qué habéis trabajando desde «Darrel»?
Estuvimos como animadores Junior en Ilion Animation Studios en el proyecto «Wonder Park» (largometraje de aventuras con estreno previsto entre marzo-abril de 2019) y actualmente trabajamos como animadores en 23Lunes Barcelona.
PARA FINALIZAR: RECOMENDACIONES
¿Qué largometrajes de animación habéis visto últimamente que nos recomendéis?
Entre los últimos largometrajes de animación destacaríamos «Coco«, de Pixar, por su excelente guion y fuerza emotiva, y quizás la última de la saga de Gru por su sentido del humor.
¿Y algún corto de animación que no deberíamos perdernos?
Algunos cortos de animación memorables para nosotros son: “Le royaume”, “Fol’Amor”, “Mortal breakup inferno”, los tres de Gobelins, “Piper” de Pixar, “The climb” de Preston Gibson y “The blackwater gospel” de The Animation Workshop (accede a todos ellos con un clic sobre su título).
¡Y ahora disfruta del corto «Darrel»!
Más información de «Darrel» en su web y pinchando en Darrel_PressKit__2016