Etiquetas
Análisis fílmico, Crítica, Curso Cinematografía UVA, Découpage, Ensayo, Estudios, Jean-Luc Godard, La ventana indiscreta, Presentación, Publicación, Revista de cine, Universidad de Valladolid, Videoensayo
La crítica no puede ser una cuestión de gustos. Apostamos por el análisis de todo tipo de cine a través del estudio pormenorizado de su puesta en escena, fijándonos, sobre todo, en el montaje. De ahí el nombre de la revista, Découpage, que implica descomponer una película plano por plano para valorar su forma y estilo.

Alejandro M. Mucientes, director de la publicación, hablando de Découpage, junto a Jesús Urbano, jefe de redacción, desplazados desde Madrid para la primera presentación en sociedad de esta nueva revista de análisis cinematográfico
Ese es el planteamiento que subyace en la nueva publicación periódica cinematográfica, cuyo número uno fue dado a conocer al público el pasado sábado 23 de febrero en la tienda zaragozana La ventana indiscreta, primer destino de una serie de presentaciones en ciudades como Madrid (en la librería Ocho y Medio este próximo marzo), Granada y Pontevedra, entre las más inminentes.
Pasión por la imagen. Igual que el veterano Jean-Luc Godard a sus 88 años sigue demostrándola en el filme que estrenó en España justo el día anterior, «El libro de imágenes», donde continúa su senda de experimentación vanguardista con el lenguaje cinematográfico, así Alejandro Mucientes y Jesús Urbano (que citan expresamente a este gran autor de la Nueva Ola en su editorial) compartieron con nosotros su entusiasmo cinéfilo divulgando los contenidos de Découpage en representación de todo su equipo.
Un compartir que, como recordamos, tiene parte de origen en su completa formación académica, entre la que figura sus estudios de postgrado como especialistas en cine por la Universidad de Valladolid (de los que escribí aquí anteriormente), donde tuvimos ocasión de conocernos. Precisamente la gestación de Découpage fue uno de los motivos de nuestras conversaciones el pasado agosto en tierra pucelana, dado que el cálido ambiente cinéfilo que se respira durante el curso y los entrañables vínculos personales que se crean, propician la puesta en común de proyectos y el movimiento de sinergias.
La concurrida acogida en La ventana indiscreta fue, sin duda, un positivo aliento para los creadores de Découpage, que nos contaron las dificultades para ponerla en marcha, autofinanciándola íntegramente y encargándose, partiendo de cero, de una primera y completa maquetación, ultimada de forma sobresaliente por Esteban Vigo Martínez al frente de su diseño final y dirección de arte.
Para Chabrol la película más conseguida es aquella capaz de satisfacer tanto las demandas de su autor como las de los espectadores. De ahí que con la revista se pretenda poner en valor el afán de universalizarse que tienen las diferentes maneras de narrar del cine, sin relegar al más popular o comercial. Por ello, Alejandro bromeó con el protagonismo en el estudio completo de la saga fílmica de «Misión imposible«, que ocupa parte destacada de este número inaugural. También hay espacio en él para largometrajes más minoritarios, como «Sonata de otoño» y su vinculación con el universo pictórico, que sirve a Bergman como medio para evocar el pasado y jugar con los tiempos.
Entre otros contenidos expuestos en las diversas secciones fijas que estructuran la revista, destacaremos dos que se ilustraron de forma audiovisual. Por una parte, Jesús Urbano nos habló de su artículo «El contraplano vacío» mostrándonos un fragmento de «Depredador» en conexión con otro de «La mujer pantera«. Establecer las resonancias de un largometraje típico de género como el de John McTiernan, menospreciado por la crítica más intelectual (y que el propio Jesús valora en conjunto como flojo), con otro considerado hoy como un clásico que supuso un punto de inflexión en el ámbito del terror de bajo presupuesto, y reflexionar sobre las implicaciones sociopolíticas que latían en ambos, se revela como muestra de uno de los ejercicios de estilo más interesantes que ofrece Découpage.
Por otra parte, Alejandro Mucientes, al hilo del último artículo de la revista, proyectó su videoensayo «Los orígenes del cine: un nuevo morbo espectacular» (disponible en la web Transit: cine y otros desvíos), no sin antes advertir de sus imágenes no aptas para ciertas sensibilidades, si bien usadas no como mera provocación sino como soporte de la tesis del autor de que el cinematógrafo nació y triunfó por el deseo humano de mirar, y con cierto afán de catarsis, relacionando, de original forma, burguesía y escopofilia. Cuatro minutos donde se suceden breves instantes del cine mudo más pionero (desde piezas de 1895 de Louis Lumière) hasta el cine más transgresor (caso de «Romance X«, de 1999, y «Demonlover«, de 2002). Una obra audiovisual, en palabras de su creador, «arriesgada y muy libre». Otro estupendo ejemplo de la ausencia de ataduras de cualquier tipo que condicionen a Découpage.
Tras esta segunda proyección se motivó un debate con el público sobre su concepción del cine. Resultó curiosa una consulta que se lanzó sobre películas favoritas, que no siempre tenemos que reconocer como nuestras obras maestras. En esa ronda de los primeros títulos que nos vinieran a la cabeza se citaron nombres como «El padrino», «La vida es bella», «Senderos de gloria», «La noche del cazador», «El diario de Noa», «Casablanca», «París, Texas», «Cinema Paradiso», «Deseando amar», «Taxi Driver», «Breve encuentro», «Cabaret», «El resplandor», «El hombre que mató a Liberty Valance»… Hubo quien propició el humor eligiendo «Terminator» para enseguida sustituirla por «Días de vino y rosas». ¿Y por qué no quedarse con el filme de acción de James Cameron?
En el turno de intervenciones se preguntó por el número dos de Découpage, del que nos avanzaron que contará con un dossier dedicado a M. Night Shyamalan, sendos artículos en torno a los largometrajes «El sur», de Víctor Erice, «El reverendo», de Paul Schrader, y a diversos vínculos entre «Climax», de Gaspar Noé, «A sangre fría, de Richard Brooks, y «Scarface», de Howard Hawks; así como un estudio sobre el cine de atracciones desde la época muda.
¿Y las razones de publicar en papel cuando puede consultarse el número íntegro on line en su web y a través de sus redes sociales (actualmente Twitter e Instagram)? Puro romanticismo. Nos sigue gustando el papel para verlo, tocarlo, olerlo… No obstante, hay que advertir que, por limitaciones presupuestarias, la tirada de apertura puede decirse que ha sido de coleccionista: 25 números. Una cantidad simbólica que prácticamente está agotada.
Esperamos ya ese sustancioso número dos, que tendrá también distribución física en Zaragoza en La ventana indiscreta.

Rodeada de amigos: Jesús Urbano y Alejandro Mucientes, responsables principales de la revista; Sergio Guiral, dueño de La ventana indiscreta; y Mercedes Ontoria, colaboradora de Découpage
Personalmente quiero terminar esta crónica con diversos agradecimientos: a Sergio Guiral por poner de nuevo su tienda a disposición de esta actividad y confiar en mí para introducirla y moderarla; a Alejandro Mucientes y Jesús Urbano por su amistad y por su generosidad acogiendo la invitación de venir a Zaragoza como punto de partida de presentación de su aventura editorial; a Mercedes Ontoria por desplazarse también de Madrid para la ocasión, por su complicidad y por las fotografías que ilustran esta publicación; a Pilar por el amparo logístico; a toda la gente que ha apoyado o impulsado este proyecto y que sigue aportando su energía para que continúe y, por descontado, al público que asistió el sábado, pues sin él este tipo de eventos no tendrían sentido.
Si el acto se inició al son de la potente pieza musical de «Misión imposible», concluyó con otros acordes ya míticos: los del tema principal de «Star Wars», que ambientaron la aparición de un pequeño Yoda que repartió bombones entre el público presente, celebrando el nacimiento de Découpage y manifestando un deseo: Que la Fuerza le acompañe.