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Alice Winocour, Alien, Astronauta, Carlos Lallana Borobio, Christina Koch, Contact, Eva Green, Figuras ocultas, Fritz Lang, Gravity, Interstellar, La estela de Gagarin, La mujer en la Luna, Proxima, Samantha Cristoforetti, Thea von Harbou, Valentina Tereshkova
Conciliar la vida laboral y familiar sigue sin ser fácil. A menor edad, más te necesita tu hijo o hija. Sarah lo sabe bien. Debe compaginar su faceta como madre viviendo sola con Stella, su pequeña de 7 años, con su faceta profesional como astronauta francesa en férreo entrenamiento en la Agencia Espacial Europea en Colonia. Ser elegida como parte de la tripulación de la Misión Próxima, con destino a Marte, resulta todo un reconocimiento dentro de su brillante carrera, si bien el precio a pagar incluye separarse durante un año de su hija, y este inminente hecho comenzará a minarla con un creciente sentimiento de preocupación y culpa.
La mayoría de tramas fílmicas sobre astronautas se centran en la épica de sus gestas y el peligro de sus aventuras fuera de la órbita terrestre. Frente a ello, la directora francesa Alice Winocour acierta en “Próxima” a combinar varios frentes habitualmente ignorados en estas historias: por una parte, los preparativos personalizados (desde el equipaje individual al traje a medida) y la dureza de las pruebas últimas a superar, representadas con gran veracidad en localizaciones reales; por otra, cómo la fecha concreta de partida a un lugar inexplorado acrecienta el sentimiento de arraigo con aquello que dejarás atrás (tus seres queridos primero; pero también lo mejor de tu hogar terrestre, o cómo en un simple rayo de sol en tu piel cabe todo un mundo sensorial al que vas a renunciar).

Hay grandes sacrificios y otros menores pero no por ello menos valiosos, como no poderte dar un abrazo de despedida estando frente a frente
Firmemente sustentada en una interpretación plena de matices de Eva Green (Sarah) y enternecedora en la vulnerabilidad transmitida por Zélie Boulant (Stella), la película transita de forma conmovedora por la intimidad de la relación maternofilial, subrayando ciertos micromachismos y el esfuerzo incesante para no perder el territorio ganado. En su tono austero, sin grandilocuencias en la narración, reside su fortaleza. Y si bien en su tramo final se permite una pequeña traición a su carácter realista, su conjunto compone un significativo retrato en homenaje a las mujeres cuya heroicidad radica en compaginar como mejor pueden su vocación como profesionales y madres. Lejanas muchas veces en distancia pero próximas siempre en afecto y corazón. Como broche, el largometraje concluye simultaneando los créditos con fotografías reales de mujeres astronautas junto a sus familias.
“Próxima” resalta el escaso protagonismo femenino en este tipo de personajes cinematográficos. Como largometraje pionero cabría citar “La mujer en la Luna”, filme alemán mudo dirigido en 1929 por Fritz Lang con base en el guion, previamente novela, de su mujer Thea von Harbou. Además de ser precursora de la posterior carrera espacial en muchos aspectos (entre ellos, el conteo regresivo para un lanzamiento), su trama destaca por su marcado feminismo en determinadas escenas, como aquella en la que, preparado para despegar el cohete que conducirá a la Luna a sus tripulantes, quien les dirige suplica a la única fémina, Friede, que desista de acompañarlos por el riesgo que conlleva. Friede, que logró imponer su presencia en el viaje, enfatizando su negativa, replicará: “Helius, en este último instante ¡quiere humillar en mí a la mujer!… Las miradas de todo el mundo se dirigen a nosotros… los oídos de todo el mundo nos escuchan”. Logrará, finalmente, pisar con sus compañeros nuestro satélite natural.
Para abordar el papel de la mujer en el espacio y su reflejo en la gran pantalla, cuento en esta ocasión con la inestimable colaboración de Carlos Lallana Borobio, creador y gestor del mejor blog de astronáutica tripulada que conozco: La estela de Gagarin. No dejéis de pasearos por su contenido si queréis conocer el mundo de los cosmonautas y los vuelos espaciales tripulados. De momento, aquí la entrevista que amablemente me ha concedido, agradeciéndole mucho su complicidad bloguera.
El cine ha retratado muy poco el papel de la mujer en la carrera espacial. Aparte de los largometrajes de ficción citados ¿nos destacarías alguno más con protagonismo femenino?
Pero es que, en los inicios de la carrera espacial, la mujer siempre ha estado apartada del foco. Ojo, con esto me refiero solo a las astronautas. Los soviéticos lanzaron a la primera mujer, Valentina Tereshkova, en 1963 con claro efecto propagandístico del régimen (por eso no es baladí que en “Próxima” el personaje de Eva Green, al llegar al complejo donde concluirá su entrenamiento, se detenga un momento a admirar el retrato de esta predecesora). Luego, poco más: solo cuatro mujeres han volado al espacio del lado ruso/soviético, y los americanos no hicieron volar una hasta inicios de la pasada década de los 80.
Creo que eso influye en que en el cine más reciente del espacio se les conceda un papel preeminente. Hace poco vi otra vez “Marte (The Martian)” de Ridley Scott, y la comandante de la nave es una mujer (Jessica Chastain). También lo era de su nave Helen Mirren en “2010: Odisea dos”, antes de ser “The Queen” 🙂
En cuanto a papeles protagonistas femeninos, en este género me gustan los desarrollados en «Alien”, “Contact” (estupenda Jodie Foster) o “Interstellar” (Anne Hathaway).

Dos equipos espaciales liderados por mujeres en «2010: Odisea dos» y «Marte»: en la imagen superior, al frente Helen Mirren como Tanya Kirbuk, comandante de la nave espacial soviética Alexei Leonov; en la imagen inferior, de pie en el centro, Jessica Chastain como Melissa Lewis, la comandante y geóloga de la misión a Marte Ares III

En «Interstellar», en la épica trama de exploración espacial junto al piloto Cooper (Matthew McConaughey) juega un papel relevante la científica Amelia Brand (Anne Hathaway). Por cierto, en esta película también aparece Jessica Chastain encarnando a la hija de Cooper, Murphy, de adulta.
Asimismo, con base más documental, citaría la película “The right stuff” (“Lo que hay que tener” en traducción literal, pero inauditamente titulada en España “Elegidos para la gloria”), basada en el libro homónimo –altamente recomendable- de Tom Wolfe, en el que se presenta el primer proyecto Mercury de los americanos, mostrándonos también el papel asignado a las mujeres de esos primeros astronautas: ser el sostén de la familia ante las prolongadas jornadas laborales de sus maridos (hasta 7 días a la semana a 14 o más horas diarias). Un dato: desde el inicio de la carrera espacial hasta el final del programa lunar, la tasa de divorcios de estas parejas fue altísima.
También destacaría la miniserie “De la Tierra a la Luna” producida por Tom Hanks, que dedica un episodio completo, The Original Wives Club, a mostrar los efectos de la misión Apolo 16 desde el punto de vista de las esposas de los astronautas que la componían.

Lily Koppel, reportera de The New York Times, escribió en 2013 un libro centrado en la carrera especial norteamericana desde la visión de las esposas de los astronautas de la misión Mercury 7. Al año siguiente, la cadena ABC estrenó su adaptación televisiva
De todos los títulos nombrados anteriormente, ¿con cuál te quedarías y por qué?
“Alien” es magnífica y, para mí, la teniente Ripley es el prototipo de la astronauta perfecta, mostrando su fortaleza ante los problemas. Cómo evoluciona su personaje me parece ejemplar. Volaría con ella sin dudar.
“Contact” habla de posibilidades que se están estudiando hace muchos años para captar señales de otras civilizaciones inteligentes. Creo que hay vida inteligente más allá (incluso más acá).
“Interstellar” es, sin duda, la cinta más fiel a los preceptos astronáuticos.
“Gravity” me parece un espectáculo inmenso en 3D, de los que hay que disfrutar en cine. Ello sin dejar de reconocer que espacialmente incluye cuestiones bastante incongruentes y que, como historia de personaje que lucha contra las adversidades para llegar hasta la orilla, hemos visto otras mejores.
En relación a “Gravity”, Carlos escribió un completísimo artículo sobre sus fortalezas y también sus debilidades, desglosando numerosos errores que lastran su verosimilitud. No os lo perdáis en este enlace: Id a ver Gravity en 3D!!

Una saga clásica y una mujer astronauta ejemplar: «Alien» y la teniente Ripley, encarnada en la inmensa Sigourney Weaver
En la cabecera de tu blog «La estela de Gagarin» figura una foto con varios cosmonautas, entre ellos, una mujer. Cuéntanos quién es.
Se trata de personas de la astronáutica tripulada, relevantes para mí. A la derecha figuran Yuri Gagarin, el primer cosmonauta de la historia y que da título al blog, y a su lado Neil Armstrong: nadie más será el primero en pisar un cuerpo celeste.
En el lado izquierdo hay tres astronautas a los que he conocido personalmente: el español Pedro Duque, el ruso Oleg Artemyev y el americano Gregory “Box” Johnson. Entre ellos se sitúa la italiana Samantha Cristoforetti, piloto militar que voló al espacio en noviembre de 2014 en una misión de 199 días, la más larga de una mujer hasta entonces (ya superada, ostentando el récord actualmente Christina Koch, norteamericana ahora a bordo de la Estación Espacial Internacional -ISS-, que salió de la Tierra el 14 de marzo de 2019 y está previsto regrese el 6 de febrero, tras 329 días de estancia). A Cristoforetti no la conozco personalmente pero resulta también alguien muy especial para mí porque tuve el honor de traducir al español, autorizado por la Agencia Espacial Europea (ESA), la bitácora que periódicamente iba enviando desde el espacio durante su primer vuelo: la misión “Futura”. Se puede encontrar en “La estela de Gagarin” bajo la etiqueta SamLogBook.
En 2019 se conmemoró el 50 aniversario de la llegada del hombre a la Luna. ¿Y qué papel jugó la mujer en esta carrera hacia nuestro satélite?
En los “papeles principales del casting”, ninguno. Si nos fijamos en la estupenda “Apollo 13”, de Ron Howard, veremos que no había ninguna mujer en la sala de control de Houston.
No había mujeres astronautas ni en el programa lunar americano ni soviético, pero sí que las había más apartadas del foco como refleja estupendamente la película “Figuras Ocultas”: sin ellas NO hubiéramos pisado la Luna.
¿De qué mujer astronauta oíste hablar primero?
Valentina Tereshkova, soviética, la primera, y la única en muchos años que voló al espacio. Voló en 1963. El régimen soviético de Kruschyov quería mostrar al mundo que las mujeres eran iguales a los hombres en la URSS, y no era cierto en absoluto.
No había pilotos militares mujeres en aquellos años en la URSS, pero como la nave realizaba un vuelo automático -salvo emergencias-, bastaría con ser pasajero; seleccionaron a cinco mujeres con experiencia paracaidista (así aterrizaban), y la elegida tras los entrenamientos fue Valentina, una hija del proletariado, trabajadora ella misma en un fábrica textil.
Tras su vuelo se hizo mundialmente conocida, si bien ya no volvió a volar más, y escaló a altos puestos del sistema, tanto político como espacial. El régimen la casó con otro cosmonauta y tuvieron una hija, la primera niña concebida por dos personas que habían volado al espacio. ¡Otro logro del sistema! Aquello, claro está, terminó en divorcio.
Todavía ahora se le ve fotografiada en onomásticas o con futuras tripulaciones que van a volar a la Estación Espacial Internacional (ISS).
Este es un enlace a un post de 2013 sobre el medio siglo de su vuelo: Se cumplen 50 años de la primera mujer que salió al espacio: Valentina Tereshkova.
Hasta 19 años después de su vuelo, no va a ir ninguna otra mujer al espacio.
En 1985 estaba previsto un vuelo soviético enteramente femenino, y de claros fines propagandísticos, pero se anuló tras un problema grave en su estación espacial Salyut-7. Alguna astronauta americana cuando le han hablado sobre la posibilidad de eso mismo, una nave enteramente ocupada por mujeres, ha dicho que no merecía perder el tiempo hablando de eso: lo relevante es que la tripulación fuese la mejor posible, del género que fuera.
¿A partir de cuándo se ha incorporado mayoritariamente la mujer al ámbito de la exploración espacial? ¿Algún hito en este sentido?
A lo que es volar al espacio, sin duda alguna es en los años 80 del siglo pasado cuando empiezan a volar los transbordadores espaciales americanos. Capaces de transportar hasta ocho personas a la vez, permiten que vuelen un gran número de mujeres. Ha habido mujeres comandantes de misión en la ISS y en los transbordadores.
Aquí te apunto un enlace a un post de 2018 sobre el tema: Mujer y presencia en el espacio.
En todo el resto de posiciones de tierra, que permiten que una nave salga al espacio, hay que decir que, afortunadamente, no existe ningún veto, de forma que una gran cantidad de mujeres participan, ocupando puestos muy relevantes.
Incluso selecciones de futuros astronautas las han formado paritarias: igual número de mujeres que de hombres.
Al igual que en otros muchos ámbitos, ¿actualmente las mujeres astronautas han promovido alguna declaración reivindicativa sobre su labor profesional?
Así recordando, me viene a la mente una cosmonauta rusa que dejó el cuerpo porque veía el machismo que regía en los elegidos para volar y se hartó de esperar su turno.
Hoy en día el sexo del tripulante o su orientación no importa en el espacio. Como ya he dicho, se habla siempre de capacidades e idoneidad para la misión a desempeñar.
También citar que EE.UU. tiene la intención de volver a la Luna, y que han asegurado que una de las paseantes lunares será una mujer.
Cerrando el círculo con una nueva referencia al cine de aventuras espaciales, ¿con qué película de toda la historia te quedarías y por qué?
“2001: una odisea del espacio”. La vi hace cuarenta años en un cine y recuerdo salir de la sala e ir por la calle tropezando con las personas y las farolas: mi mente seguía allá arriba en las estrellas, procesando cual HAL toda la información recibida.
Gracias, Ana, por permitirme aparecer como invitado de un blog que tiene atmósfera entre sus componentes. Un placer.
Como ha apuntado Carlos, la NASA anunció el año pasado que en 2024, dentro del programa Artemisa, quiere enviar de nuevo a un equipo humano a pisar la Luna, figurando en él una mujer.
En los créditos iniciales del largometraje de Fritz Lang “La mujer en la Luna” se inserta una contundente frase que confiemos sea pronto realidad también en la consecución plena de igualdad de oportunidades en el mundo de la astronáutica: “Para el espíritu humano no existe el NUNCA; a lo sumo un TODAVÍA NO”.
Me ha encantado tu artículo y conocer el blog de Carlos.
Cuando era niña mi sueño era ser astronauta y ahí se quedó… en un sueño. Todavía cuando miro hacia el cielo, algo me atrae, aunque ahora estoy anclada a la tierra por muchas razones, ya no sería capaz de emprender el vuelo…
Seguramente por ese sueño incumplido, entre mis películas y series favoritas están las de «naves espaciales».
Un beso. 🙂
Gracias, tocaya, por tu comentario.
Supongo que esa fascinación que suele ejercer el cielo tiene que ver con nuestra curiosidad por lo desconocido, más allá de nuestro alcance.
Por ello no resulta casual que el corto más emblemático de George Méliès fuese Viaje a la Luna (1902) y que en el nombre y logo de su productora figurase una estrella: Méliès Star Film. Estrella que luego fagocitó Hollywood como símbolo de sus grandes intérpretes.
Beso estelar 🙂
Este 6 de febrero, Carlos documenta en su blog el exitoso regreso de Christina Koch tras una misión de 328 días lejos de Tierra. Al igual que la protagonista de «Próxima» saborea sus últimos días de gravedad en nuestro planeta, Koch comparte sus deseos de volver a disfrutar de esos pequeños placeres cotidianos ausentes en la estación espacial que ha sido su hogar durante casi un año. No os perdáis su lectura en https://laesteladegagarin.blogspot.com/2020/02/regresaron-christina-koch-y-sus.html
“Para el espíritu humano no existe el NUNCA; a lo sumo un TODAVÍA NO”….
Annnnaaaa, qué enfoque más increíble y qué tema más interesante. ¡La entrevista a Carlos Lallana Borobio una pasada! ¡Su blog un descubrimiento!
¡Mujeres astronautas en el cine! o ¡mujeres en el espacio! Un tema riquísimo… Haces que nos apasionemos.
Por favor, no dejes nunca este blog de Atmósfera cine… Es una pasada lo que haces y cómo te lo trabajas.
Beso
Hildy
Muchas gracias, querida Hildy. El papel de la mujer en la carrera espacial apenas ha sido reflejado en el cine, por eso me pareció tan interesante escribir sobre ello. «Figuras ocultas», por ejemplo, en su homenaje a las mujeres afroamericanas que trabajaron en la NASA y en las que se basa la trama, subraya esa invisibilidad también en su puesta en escena, con guiños evidentes a «Elegidos para la gloria» (The right stuff, 1983). En «Próxima», cuando el personaje de Eva Green se queda mirando la imagen de Valentina Tereshkova se comenta cómo en su recuerdo se le puso su nombre a un cráter perteneciente a la cara oculta de la Luna… Todo un elocuente detalle. Que Alice Winocour, directora y coguionista del filme, dirigiera también «Augustine» y fuera coguionista de la excelente «Mustang», resulta también significativo. Aunque algo estereotipado, el personaje del astronauta encarnado por Matt Dillon en «Próxima» sirve de ilustrativo símbolo de la necesidad de superar ciertos prejuicios.
Como seguidora del blog de Carlos Lallana y admiradora de todo lo que sabe y de su entusiasmo por el tema de la astronáutica, y recordando ese magnífico artículo que escribió sobre el largometraje «Gravity», enseguida pensé en entrevistarle. Ya sabes por propia experiencia lo que nos motiva divulgar aquello que creemos lo merece 😉
Beso mirando a las estrellas.