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CaixaForum, Exposición, Fenaquistiscopio, Folioscopio, Hermanos Lumière, Juguetes ópticos, Orígenes cine, Praxinoscopio, Precine, Visor estereoscópico, Zinematik, Zootropo
Tal día como hoy de hace dos siglos, en particular de 1895, en plena Navidad, una oferta pública inusual marcó un hito histórico: Auguste y Louis Lumière promovieron la primera proyección comercial de una decena de piezas breves grabadas a lo largo del año con su nueva patente. Fue en el parisino bulevar de las Capuchinas, en el Salón Indio del Gran Café, ubicado en un sótano, que sirvió a su reducido público de treinta y tres personas de particular cueva de Platón en la que asistir a una revelación de luces y sombras en movimiento. Convencionalmente, esta sesión de pago de pequeñas historias en acción, algunas ya proyectadas antes en privados grupos de científicos o fotógrafos, se ha fijado como punto cero del nacimiento del cinematógrafo, aunque no faltan voces, como la de Jean-Luc Godard, que ironizan que más bien fue el inicio de la taquilla. No deja de tener razón, en cuanto que fue el punto de partida de un incipiente negocio, ya que como audiovisual hoy conocido contó con numerosas creaciones previas que le sirvieron de base: los antepasados del cine.
Jugar es la mejor forma de aprender, interiorizando de forma especial aquello con lo que te diviertes. Ello lo saben muy bien las responsables de Jocs Ambulants, un equipo formado por las hermanas Marina y Lucía Vives y por Karine Jaume, dedicadas a la recreación de juegos y artefactos científicos de otras épocas que han paseado por toda España a través de atractivas muestras interactivas. El pasado mes de junio recalaron en CaixaForum Zaragoza con su exposición “Zinematik, mecanismos cinematográficos primitivos”, que relata cómo ha progresado el arte de capturar imágenes de la mano de invenciones cada vez más complejas. Mediante las fotos que tomé de aquella muestra, recordamos cómo fue aquel amenísimo viaje en el tiempo mediante sus artesanales recreaciones. Y a través de esta entrevista, celebramos la efeméride del considerado arranque del cinematógrafo, toda una revolución en el mundo del entretenimiento.

Marina y Lucía Vives en la exposición Zinematik mostrada en CaixaForum Zaragoza, que completó todas sus sesiones ofertadas, con necesaria reserva previa dadas las restricciones sanitarias
Comencemos por ese 28 de diciembre, tradicionalmente fecha del nacimiento del cine. Aunque a los hermanos Lumière se les atribuya su paternidad, tuvieron muchos predecesores que les fueron preparando el camino, desde incluso la Antigua Grecia con el filósofo Aristóteles y su cámara oscura. ¿Qué figuras o invenciones escogeríais para reivindicar en la historia del precine?
Los historiadores del precine han sabido encontrar gran número de artefactos clave que han configurado el cinematógrafo, no solamente aquellos aparatos más conocidos que generan movimiento como el fenaquistiscopio, el zoótropo o el praxinoscopio, sino que también han tenido en cuenta la óptica y la mecánica que han facilitado la construcción de este maravilloso aparato. El Museo del Cine de Girona continúa con esta búsqueda histórica, en la que en cada seminario se encuentran nuevos eslabones que siguen configurando la historia del precine. No obstante, como tú bien comentas, la cámara oscura es un objeto importantísimo y poco experimentado en las escuelas, y a la vez es muy simple de construir. Animamos a cualquiera a experimentar creando una cámara oscura: con una caja grande de cartón y un agujero en el centro, ¡el resultado es mágico! Y sin este paso no creemos que hubiera sido posible el cine.
Centrémonos ahora en vuestra prehistoria. Procedéis del mundo de la escenografía, de la pintura, escultura, ilustración y diseño gráfico ¿Cómo surgió la idea de unir vuestras especialidades y dedicaros a fabricar objetos precinematográficos?
Nos apasiona la construcción, la ciencia, la pintura y el diseño. Cada una de nosotras ha tenido trabajos muy diversos. ¡Hemos tocado muchos palos! Nos encontramos en un momento en el que teníamos más tiempo para volcarnos en algo nuevo, así que empezamos a construir juegos ópticos y mecánicos con el fin de alquilarlos para eventos festivos. Los aparatos que más nos seducían eran precisamente aquellos que estaban relacionados con la imagen en movimiento, y así empezó nuestro interés por el precine, que es un tema apasionante en el que se encuentran todas estas disciplinas que tanto nos entusiasman. Nuestro interés continúa todavía y seguimos construyendo piezas relacionadas con el precine.
¿Cuál fue la primera pieza creada y a qué retos os enfrentasteis? ¿Cómo es ese espacio-laboratorio desde el que salen vuestras obras?
La primera pieza precine que construimos fue un praxinoscopio de un metro de diámetro. El mayor reto al construir una pieza es su durabilidad, y que durante su uso no se rompa y funcione bien. No es lo mismo construir un artefacto pequeño que uno grande. Procuramos que sean bien firmes, desmontables y atractivos. Las imágenes que escogemos para las animaciones mayormente son copias de originales, las cuales hay que retocar, aunque también hemos hecho nuestras propias animaciones.
Disponemos de un taller muy cómodo, a las afueras de Barcelona, que tenemos equipado con máquinas y espacios diversos para construir, pintar y almacenar los artilugios. Karine Jaume, diseñadora e ilustradora, y Lucía Vives, pintora y foliscopista, disponen cada una de su propio espacio de trabajo en Barcelona. Así trabajamos.
El fenaquistiscopio, el praxinoscopio, el zoótropo… aparatos ópticos generadores de la ilusión del movimiento, al ser recreados por vosotras en grande cobran una dimensión especial, no solo en el sentido físico. ¿Cómo es vuestra labor de documentación y de elección de un modelo u otro? Porque luego viene también el ejercicio de síntesis del cartel o rótulo que le acompaña explicándolo.
Nos documentamos con libros y catálogos que tenemos sobre el precine, además de visitar las bibliotecas de la Filmoteca de Barcelona y el Museo del Cine de Girona, que son las que tenemos más cerca. Procuramos que la información provenga de fuentes fiables, no de Internet, ya que a veces hemos encontrado errores. Nos resulta complicado hacer una síntesis de cada aparato y siempre tenemos la sensación que nos dejamos cosas, ¡pero no se puede poner todo en un cartel! Los rótulos, diseño de Karine, contienen una breve explicación y un croquis de cómo utilizar el aparato.
Contáis también con una amplia serie de folioscopios en forma de libritos como ejemplo perfecto de los rudimentos de la animación. Buster Keaton o la ginoide de “Metrópolis” son algunos de sus protagonistas. ¿Qué criterios os mueven para elegir el motivo de cada uno?
Las escenas que utilizamos en los folioscopios provienen principalmente de películas de dominio público. Buscamos que sean secuencias icónicas reconocibles, pero también que sean hermosas. Otro tema a tener en cuenta es la duración de la secuencia, ¡no todas caben en 72 fotogramas!
También habéis recreado un folioscopio mecánico tomando como muestra la película “Danza serpentina”, de 1902, de Alice Guy, artista durante casi todo el siglo pasado invisibilizada y ahora ya reconocida como fundadora del cine narrativo desde su condición de directora, productora y guionista. ¿Qué otras mujeres pioneras del cine habéis descubierto que consideréis precisarían de una mayor divulgación?
Fue maravilloso descubrir a Lotte Reiniger, una pionera del cine de animación. Ella misma creaba sus siluetas articuladas recortadas en papel, así como los decorados. Algunos años antes que Walt Disney utilizó la cámara multiplano para dar profundidad a las escenas. Era una mujer con un enorme talento que colaboró con grandes directores como Fritz Lang y Paul Wegener.
¿De cuántos objetos consta ahora vuestra colección? La tenéis estructurada por temáticas…
Actualmente, disponemos de 50 aparatos aproximadamente, que hemos dividido en dos temáticas. Por un lado, Zinematik, con los artefactos más significativos de la historia del precine; por otro, Grafimatik, sobre los inicios de la historia de la imagen impresa tanto mecánica como manual. Los hemos dividido de este modo porque, de lo contrario, resultan exposiciones demasiado grandes y costosas para el transporte y montaje, además de precisar mucho espacio, del que no se dispone normalmente.
A través del juego nos aproximáis a la ciencia. Y de esta forma tan lúdica habéis mostrado vuestras creaciones, entre otros espacios, en centros educativos, ferias y museos. ¿Cómo apreciáis la acogida de vuestras propuestas en los más pequeños?
Para los niños y niñas es un momento de descubrimiento empírico. Muchos simplemente lo ven como un juego que no lo relacionan con la historia pasada, llegando a decir que estos aparatos son ¡del futuro! Creemos que muchos de ellos simplemente los disfrutan como algo mágico, y eso es fantástico. Pero hay algunos que se hacen la pregunta “por qué veo lo que estoy viendo”, ¡y eso es fantástico también!
También habéis expuesto en la Filmoteca de Cataluña y en Salones de cine y series. ¿Es muy diferente la aproximación de vuestro público adulto? ¿Conserva aún, como amante del cine, capacidad de dejarse asombrar?
Sí, los adultos se asombran también, descubren desde el conocimiento teórico ya adquirido el resultado de sus estudios, y a menudo reprochan a la enseñanza institucional el que no haya más divulgación práctica.
El Museo del Cine de Girona, inaugurado en 1998, que integra la colección Tomàs Mallol de objetos cinematográficos y precinematográficos, nos permite un paseo magnífico por los orígenes del hoy llamado séptimo arte. ¿Mantenéis vínculo con él?
Sí, procuramos estar durante los seminarios que imparten y les hacemos consultas puntuales, además de visitar el museo regularmente. También nos han facilitado imágenes originales para algunas de nuestras piezas. Aunque no tengamos un vínculo estrecho con el museo, en su tienda se encuentran los folioscopios que crea y diseña Lucía Vives.
¿Vuestras creaciones o planes de presente o futuro cercano?
Actualmente estamos adquiriendo piezas originales para completar Zinematik. De este modo estarán nuestras réplicas juntamente con objetos antiguos de precine.
Nuestro deseo es seguir exponiendo Zinematik y continuar ampliando las colecciones.
En el plano más personal, mirando primero al pasado, ¿cuáles son vuestros primeros recuerdos relacionados con el cine?
Marina: Las sesiones de Cinexin.
Lucía: Recuerdo las películas que veíamos en la tele en los años 70, la serie “Historias para no dormir”, ciclos de películas de terror con títulos como “Drácula”, “Frankenstein”, “La momia”, “El hombre lobo”… ¡de estar traumatizada a ser una fan incondicional del género!
Esa película que nunca os cansaríais de ver…
Marina: “Psicosis”.
Lucía: «Rebeca”.
¿Y qué tipo de cine os interesa más actualmente? Apuntarnos algún largometraje que hayáis visto recientemente que nos recomendéis.
Más que darte títulos nos decantamos por muchos clásicos, el cine negro, el nórdico, el citado de terror…
Para terminar, os invitamos a un paseo por el catálogo de Zinematik y por la web de Jocs Ambulants para saber mucho más de todo lo que sirvió de sustrato a la fama inmortal atribuida a los Lumière.
Agradecemos la entrevista y deseamos a Lucía, Marina y Karine que no dejen de concebir nuevos objetos predecesores del cine, forma de recordarnos su magia primiginia, la que cautivó a los primeros espectadores, muy lejos de contemplar los hiperrealistas relatos actuales gracias a las últimas tecnologías, pero cuya capacidad de asombro no está nada mal que recuperemos volviendo por momentos a nuestra infancia, ese territorio de ilusionantes descubrimientos.
Muchas gracias, como siempre, por tu artículo de esta MARAVILLOSA exposición, es como estar presente !!! Y enhorabuena a Marina y Lucia Vives, impresionante trabajo. Un abrazo
¡Muchas gracias, Pilar! Sí, es fantástico el trabajo emprendido por Lucía y Marina con sus exposiciones, en las que desarrollan visitas guiadas que aún revalorizan más los objetos que crean, que atrapan a visitantes de todas las edades. No en vano las ilusiones ópticas, por primitivas que sean, contienen un componente mágico que captura esa pulsión escópica de la que hablaba Lacan. Un abrazo!
¡Impresionante!
Sí, Margarita, Zinematik no deja indiferente. No te pierdas esta exposición itinerante si tienes ocasión; ideal, además, para ir en familia.