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Mujeres tras las cámaras: retratos y autorretratos, en su segunda edición, comenzó en Zaragoza el pasado 11 de abril. Este ciclo de cinefórum organizado por la Comunidad Aspasia, proyecto promovido por el Laboratorio de Aragón Gobierno Abierto (LAAAB), continúa en la senda de divulgar propuestas cinematográficas de mujeres directoras que se han servido del audiovisual para compartirnos tramas íntimas y, a la vez, tan fáciles de reconocer como las emociones humanas que nos mueven. En esta ocasión, integrado por dos sesiones que nos llevan a ahondar en la obra de Chantal Akerman y de Laura Torrijos-Bescós. Y ello mediante relatos nacidos de experiencias personales y construidos como proyecciones de un tiempo vital en el que sentir la conexión (o no) con los demás, determinará los siguientes pasos.

Chantal Akerman ha sido una de las cineastas más especiales en su empleo del cine como vehículo de exploración personal, todo un referente artístico por ello. Pero su paso al primer plano fílmico mundial tuvo lugar en 2022 al ser elegido su largometraje Jeanne Dielman, 23 quai du Commerce, 1080 (1975) como la mejor película de la historia del cine por la prestigiosa revista británica Sight & Sound. Redescubierta su filmografía, vimos su siguiente largometraje: News from home (1976), uno de los más singulares exponentes del cine experimental desde una subjetividad radical y ecléctica. Una mirada tan particular como atípica a esa cotidianidad que nos envuelve, acoge o aliena.

Para introducirnos en su figura y en la película contamos con María Abenia, directora, guionista, productora, profesora y programadora, especialista en Chantal Akerman.

A la derecha, María Abenia, experta en el cine de Chantal Akerman. Como dinamizadora del ciclo en nombre de Mujeres y Cine, tuve el placer de acompañarla

Introducción a la proyección. María Abenia, Chantal Akerman y una relación maternofilial en la distancia

Como breve intercambio antes de la presentación propiamente dicha, comentamos la conexión de News from home con el último largo de Akerman, No home movie, dado que el de 1976 se estructuraba en torno a la ausencia de la madre y el de 2015 contaba con ella como protagonista absoluta, filmada ya gravemente enferma, falleciendo poco después. Transcurridos unos meses, con 65 años, Chantal se suicidaba en París.

María Abenia: Tomar la decisión de terminar con tu vida en un momento determinado forma parte de lo humano, y Chantal lo hizo cuando consideró. En este sentido, me parece muy inquietante que su primer cortometraje, ‘Saute ma ville‘ (1968), que realizó con 18 años, justamente cuente la historia de una chica (que encarnó como actriz) que acaba quitándose la vida. Así que quizá esa idea la llevaba dentro desde hacía tiempo, con lo que no cabría verla como resultado de un fracaso vital sino en coherencia con su obra, si bien nos hubiera gustado que hubiera continuado. Su marcha sucedió precisamente cuatro meses después de que yo terminara mi tesina sobre ella, que pensaba enviarle, por lo que me dejó muy tocada. Así que en honor a ella, esta sesión.

Querría introducir la proyección con una lectura que nos permitiera adentrarnos en su atmósfera. Y ello acompañándome de fondo con la proyección de una de las primera piezas de la directora, ‘Le chambre(un fragmento, aquí), una obra fuera de lo común, con una temporalidad muy particular que nos invita a entrar en un ambiente en armonía con ‘News from home’. En esta pieza, más que una narración al uso, Chantal está buscándose a sí misma. Usa para ello un mecanismo rotativo (sola ella en la sala) que va girando en la habitación donde vivía, conformando un autorretrato. De este modo, qué mejor que tener a Chantal cineasta hablando de Chantal en este especial espacio, a la par que a la Chantal escritora, que quedó eclipsada por su cine, siendo que fue su primera vocación. La lectura corresponde a la publicación, por primera vez en español en 2021 por la editorial Tránsito, del libro “Una familia en Bruselas”, precedido de una nota biográfica y acompañado del texto “Sólo nos queda el cuerpo”, de la cineasta y montadora Diana Toucedo. Para mí este libro es el nacimiento de la Chantal Akerman que comienza a explorar el vínculo con su madre. Una narración en la que la autora alterna su propia voz con la de su madre Natalia, que es la conductora principal. Así, aunque supuestamente habla el alter ego de la madre de Chantal, realmente se trataría de una hija que se acerca a la visión de su madre.

Lectura por María Abenia de fragmentos seleccionados de «Una familia en Bruselas»:

María Abenia: Aquí tenemos a la Chantal escritora, y a la Chantal hija, que nunca fue madre pero que intentó serlo a través de la suya propia. Su madre, Natalia Akerman, fue deportada en 1943 al campo de concentración de Auschwitz junto a sus padres, es decir, los abuelos de Chantal. Ellos no volvieron, sí lo hizo su madre con quince años. Cabe imaginar cómo regresaría tras semejante experiencia. Años después, en 1950, en el marco de una coyuntura bastante rota y traumatizada, nació Chantal. En este sentido, podemos sentirnos bastante afines con el texto leído, no solo por el vínculo maternofilial, pues todos tenemos una madre, también porque la guerra y la posguerra la vivieron nuestras familias, y todavía seguimos atravesados por ellas. En este contexto, Chantal Akerman crece siendo una niña bastante crítica. De hecho, se describía de la siguiente manera: «judía belga, con algo de polaca, nacida en Bruselas. Pero si tengo que hablar de una ciudad, hablo de Nueva York». Porque Chantal, bien joven, plena de inquietudes, con una relación con su madre fusional y compleja, por su carácter muy protector (comprendiendo también el contexto que a Natalia le había precedido), necesitaba alejarse de ella. Esta relación, para Chantal, demasiado excesiva, motivó que se fuera a vivir a Nueva York; asimismo para cumplir su sueño de descubrir esta ciudad icónica por los referentes cinematográficos que conocía. Pero, al llegar a Nueva York, todo ese sueño cayó. Como cuando cae el enamoramiento de un ideal. Y al caer ese enamoramiento de Nueva York, le surgieron a Chantal las dudas existenciales. Es preciso saber también que Chantal tuvo episodios de depresión a lo largo de su vida; depresión que legitimó, colocándola en un lugar en el que se permitió reivindicarla. Muchas de sus películas tienen un tempo, una voz, que está claramente en la posición de la depresión. No se cortó en filmar en momentos de depresión, con todas las dificultades que eso implica, pero se armó de valor y se puso ella misma en la imagen al servicio de los demás. ‘News from home’ contiene mucho de todo esto. Ello implica una propuesta muy arriesgada y bella a la vez. Yo descubrí la película viviendo en Chicago, muy alejada de mi madre, viviendo momentos de nostalgia, y fue gracias a Chantal que conté con el espacio, respetuoso, de entender que esa tristeza no estaba solo en mí, que la sentían muchas otras personas Y es por ello por lo que muchas veces nos asomamos a los libros y a las películas, por ese acompañamiento vital.

Por todo ello me encanta esta película. Entendiendo que no es una película fácil, sino bastante radical dentro de su filmografía, en la que cuenta con títulos más amables desde los que se posicionó mediante diversos puntos de vista. ‘News from home’ resulta un filme exigente, con muchos planos largamente sostenidos en el tiempo mostrándonos una Nueva York inesperada, aquella en la que no nos detendríamos como turistas. Y sobre esos planos Chantal Akerman comienza a leer las cartas que su madre le escribe desde Bruselas, con un tratamiento sonoro muy dispar, con una hibridación de la banda sonora que provoca muchos desvanecimientos premeditados de la voz epistolar (parcialmente desvirtuados en la versión subtitulada), en un cuidado y atmosférico juego sonoro. Atrevámonos a entrar en su propuesta, aunque no sea fácil ni la terminemos de entender, intentando únicamente comprender lo que motivaba a esta mujer, porque en la comprensión de los demás también ejercitamos la comprensión hacia nosotras y nosotros mismos. Y eso ya es una ganancia.

Diversas instantáneas de News from home

Coloquio: polifonía de resonancias ante un filme de atrevido planteamiento formal

Con el largo plano sostenido de un Manhattan que vemos alejarse, casi disolverse de forma fantasmal en el tiempo y en el espacio, concluyó la proyección de News from home. Arrancó así un sustancioso coloquio, que María Abenia inició recordando el contexto histórico de la Nueva York que filmó Chantal Akerman:

Cada persona tiene su forma de mirar el mundo. Hemos presenciado la mirada de Chantal. Y enmarcándola, no debemos olvidar que en los años 70 del siglo pasado se hablaba de Nueva York como la ciudad del miedo, porque sufrió una crisis financiera enorme que casi llevó al país a la bancarrota. Por eso ‘News from home’ resulta un documento fascinante para quien estudie historia o antropología: esas imágenes del metro plagadas de grafitis, el universo de edificios oxidados, qué decir de la silueta de las torres gemelas… Siendo que tras la Segunda Guerra Mundial se instaló una gran población en ella, la crisis fiscal le afectó especialmente, de forma que la falta de recursos se tradujo en miseria, delincuencia y drogas. Aunque también son los años de Studio 54 y de una nueva ola feminista. Una época muy interesante. Pero la crisis derivada de un alto grado de endeudamiento, propició que en los aeropuertos los funcionarios y los policías entregasen a los turistas un folleto muy curioso, con el dibujo de una gran calavera y el título “Bienvenidos a la Ciudad del Miedo”, con una serie de indicaciones a modo de “guía de supervivencia para visitantes”.

De todos modos, la decadencia es evidente, pero el vacío general de las calles no permite apreciar ese ambiente peligroso. Sin duda, una opción autoral.

Toda película es susceptible de resonar de forma distinta en cada persona espectadora. Como apuntó María: De hecho, continúa en los universos de cada una. A veces las sensaciones se contagian al compartirlas; otras, son muy dispares. En este caso, la mayoría del público asistente reconoció que era su primer visionado de este título y lo compartido ilustró esa disparidad de recepciones.

Hubo quien destacó el carácter tan insistente que se deducía de las cartas de la madre, que parecía no dejar respirar a su hija con sus demandas. Otra persona, que esas cartas denotaban la soledad que sentía la madre por la distancia física que le separaba de Chantal, llegándose incluso a preocupar cuando transcurría mucho tiempo en la película sin escucharse textos de las cartas que le remitía. Otra espectadora apuntó cómo lo escuchado en off le llevó a conformar su retrato de la hija destinataria, a la que imaginaba como alguien que contaba poco precisamente para no preocupar a su madre, tan lejos de ella. Esto último fue también remarcado por María Abenia, que insistió en las muchas penurias atravesadas por Chantal en aquellos años, en plena crisis económica, mujer homosexual, moviéndose en un ambiente de artistas, muchas de ellas mujeres, respaldándose unas a otras, pero sin que resultara nada fácil, luchando frente a un patriarcado que todavía pervive.

Se habló también del insistente ruido generalizado del tráfico, y en contraste, la ausencia de voces humanas, al margen de la de lectura en off. Como apuntó María al respecto: Con ello Chantal genera cierta caja de resonancia torácica en la que la ciudad es realmente como una máquina, en un gran trabajo de diseño sonoro. Otro autor o autora hubiera introducido conversaciones reales, pero con esta opción Chantal parece que nos retira la humanidad, subrayando su falta, con la única voz de su madre intentando abrirse paso en ese mundo ensordecedor de coches y otras máquinas. Y a la impresión de la lentitud de algunas de sus secuencias, sobre todo la final, María indicó: Que sintamos pesadez es muy bueno. Es lo que quiere provocar la directora en determinados momentos. La cuestión es que muchas películas comerciales se basan sobre todo en la dopamina y en estar continuamente sobreexcitándonos, y esta no es la propuesta de Chantal. Y aunque no lo parezca, para mí es una cineasta amorosa por su gran respeto a las emociones, por lo humano, por lo más vapuleado; o como resumió en una de sus declaraciones: “yo filmo todo aquello que los demás descartan”.

Para finalizar, María nos animó a disfrutar de más cine de Chantal Akerman (actualmente, disponible en Filmin una docena de sus títulos), muy impregnado de su biografía. Y para ahondar más en su personalidad, la posibilidad de descubrirla en entrevistas o reportajes disponibles en Internet. Como muestra, puedes acceder aquí a una entrevista que concedió sobre su película Jeanne Dielman, 23, Quai du Commerce, 1080, Bruxelles; o a una presentación de dicho largometraje de la mano de la Laura Mulvey, especialista en análisis feminista del cine, pinchando aquí.

En ejercicio de síntesis entre todas las personas asistentes, conformando como un collage de sensaciones motivada por News from home y condensadas en pocas palabras, estas resonaron en la sala: vacío existencial, tristeza, todo es igual, soledad, desencanto, sensación de anonimato… Y enmarcándolo todo, el reconocimiento del atrevimiento de la propuesta formal, del riesgo en una apuesta tan poco convencional.

Para concluir, conformamos nuestro particular paisaje, esta vez rebosante de humanidad, con una foto de grupo con varios carteles de News from home como testimonio de que el espíritu de Chantal Akerman nos acompañaría ya a través de la experiencia de su personal visión de una ciudad emblemática.

Las fotos de la sesión fueron cortesía de Pilar Irene Montes (Pimontes, @piillmontes) y Ángel López (@alopezca).

Epílogo: Las imágenes de Chantal Akerman, más vivas que nunca

María Abenia, tras su visita a Zaragoza (su ciudad natal si bien actualmente reside y trabaja en Tenerife), tuvo que regresar a Canarias, pero antes viajó a Barcelona para disfrutar, en La Virreina Centre de la Imatge, de la primera exposición sobre Chantal Akerman (hasta el 14 de abril) diseñada y comisariada por Claire Atherton, colaboradora y montadora de Akerman durante tres décadas. Titulada Encarar la imagen. Chantal Akerman, la muestra, integrada por veinte instalaciones, invitaba a los espectadores, según su comisaria, a «dejarse impregnar por su presencia, a explorar el espacio a su ritmo, a crear sus propios caminos. (…) Porque las instalaciones de Chantal no dictan nada, nos atraviesan y nos llegan a lo más íntimo. Nos interpelan, nos espolean, nos ponen en movimiento y despiertan nuestro pensamiento». María Abenia me envió algún clip de dicha exposición, que dialogaba, cómo no, con News from home y con lo compartido en la sesión de cinefórum. Una sesión que, gracias a Chantal pero también gracias a la cercana aproximación a su obra de María, mantendrá vivas en nuestro recuerdo las imágenes de un Nueva York atípico, pero apegado a una vivencia de profundos ecos. Porque en las imágenes de Chantal Akerman, vistas con los ojos de hoy, sigue latiendo con fuerza su corazón, un corazón en el que poder reconocernos.

No te pierdas la segunda sesión del ciclo

Te esperamos en la segunda sesión del ciclo en la sede del LAAAB, a las 17:30 horas del jueves 2 de mayo, Día Internacional contra el Acoso Escolar, en el que visionaremos los cortometrajes Había una vez & Y Eva también con su directora, Laura Torrijos-Bescós, con su productora Ana Bescós y con Arantza Palaín, docente de Servicios a la Comunidad del Equipo de Orientación Educativa en Convivencia Escolar (EOECE) del Gobierno de Aragón.