La celebración masiva del 8M como Día internacional de la mujer es un signo del cambio social. Todo un avance que sus reivindicaciones figuren en primer plano dentro del campo visual y logren transgredir la cuarta pared que separa las dimensiones de la comunicación.
Educar la mirada implica ver mas allá de lo superficial. Y participar en lo que ven los demás resulta otra forma de ampliar nuestro horizonte.
La mesa redonda “Aragón y cine en femenino”, tras una inicial parte conociendo mejor a sus tres invitadas, Mercedes Gaspar, Verónica Sáenz y Carlota Gurpegui, se centró primero en una mirada atrás en el tiempo para, después, abordar dificultades de ayer y de hoy, oportunidades para superarlas y, finalmente, plantear retos necesarios para que las mujeres del mundo audiovisual puedan trabajar en él sin los sesgos y brechas que todavía existen.
En realidad siempre estuviste aquí: reparando asimetrías, carencias y olvidos de ayer y hoy
Mis primeras preguntas para las tres: ¿qué echáis más en falta en el mundo audiovisual desde el punto de vista feminista? ¿Qué mujeres artistas creéis que deben reivindicarse? ¿O qué figuras femeninas habéis descubierto –conocidas o no por el gran público- que os han servido u os sirven como referentes?
Que tres mujeres profesionales del mundo del cine de muy diversas trayectorias y edades, compartan su experiencia e impresiones en torno a temas tan candentes como la conciliación de la vida profesional y familiar, las asimetrías y brechas del mundo audiovisual o los retos para superarlas, puede resultar muy revelador para comprender, desde dentro, lo que podría ser la utopía-brújula para alcanzar en este ámbito una mayor igualdad y equidad. Así lo vivimos el pasado 3 de noviembre con Mercedes Gaspar, Verónica Sáenz y Carlota Gurpegui en la mesa redonda “Aragón y cine en femenino”, enmarcada en el ciclo «Arte, igualdad y mujeres: confluencias feministas«, organizado por la Comunidad Aspasia, proyecto promovido por el LAAAB y que se sintetiza en la integración de 3 conceptos: Participación + Feminismo + Comunidad.
En la sede del LAAAB, junto a Verónica Sáenz, Carlota Gurpegui y Mercedes Gaspar
Retratos de unas mujeres en llamas (de la creatividad cinematográfica): conociendo a Mercedes Gaspar, Verónica Sáenz y Carlota Gurpegui.Sigue leyendo →
«Sí. Fui educada para ser exclusivamente esposa y madre», decía María Luisa Bemberg, si bien decidió salirse del camino que le marcaron para transitar por uno nuevo que le permitió realizarse plenamente. Y con ello, el cine argentino ganó una de las miradas más atrevidas de los años 70 a 90 del siglo pasado.
Algunos de los lemas vitales de María Luisa Bemberg
«El día que yo tomé la decisión de ponerme detrás de la cámara no era para agradar, sino para convencer», pronuncia tajante en una entrevista incluida en «María Luisa Bemberg. El eco de mi voz», filme dirigido por Alejandro Maci que, tras su paso por el Festival de Rotterdam, fue presentado en noviembre de 2021 en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, dentro del marco «Retratos: Documentales de Artistas». Con su tráiler dimos la bienvenida a la primera sesión de este año promovida por la Tertulia Cinematográfica Perdiguer en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Zaragoza, con el placer de impartir en su nombre una charla audiovisual sobre la figura y obra de María Luisa Bemberg, cuyo centenario de nacimiento se cumplirá el próximo 14 de abril.
Una sesión titulada «María Luisa Bemberg y su cine como rebeldía«, en la que dimos protagonismo, junto a su figura y obra, a otra mujer que, como ella, se atrevió a traspasar los límites sociales de su época: Sor Juana Inés de la Cruz, una de las más relevantes escritoras del Siglo de Oro español, a la que Bemberg consideraba «la primera feminista del continente americano», por lo que le dedicó una de sus películas: «Yo, la peor de todas«, que proyectamos tras la charla. Transcribo parte de la misma, de forma que esta es la crónica de una tarde con doble nombre de mujer.
El precio de ser una misma a veces se salda con obstáculos tan grandes que debes reorientar el camino si quieres seguir avanzando. Cecilia Bartolomé vio frenada su carrera como cineasta por su inconformismo, por su carácter contestatario abordando temas incómodos para su época, como el aborto, el divorcio o la independencia de la mujer. La publicidad le permitió vivir como profesional del audiovisual. Desde hace poco más de una década se le está reconociendo públicamente el valor de su obra transgresora y valiente. El Premio Feroz de Honor 2022, otorgado el pasado enero, ha sido el último jalón en esta divulgación, no dejando de sorprender, a quienes antes no la conocían, la fuerza de esta mujer que no se rindió en su vocación a pesar de las condiciones adversas a las que debió enfrentarse.
A la izquierda, la cineasta Cecilia Bartolomé como protagonista del coloquio sobre cine feminista desarrollado la víspera del sábado 29 de enero, fecha de entrega de los Premios Feroz 2022. A su lado, como moderadora, María Guerra, presidenta de la Asociación de Informadores Cinematográficos de España que promueve estos premios.
En el marco de la programación previa a la gala de los Premios Feroz, con sede este año en la capital aragonesa y otorgados el día del patrono de la ciudad, San Valero, se desplegó una rica oferta de proyecciones y coloquios en torno a los títulos nominados. Dentro de esta oferta, una completa retrospectiva en la Filmoteca de Zaragoza de la obra fílmica de Cecilia Bartolomé nos permitió descubrirla en pantalla grande.
Imagen de la Filmoteca de Zaragoza poco antes de la proyección de la primera parte del documental «Después de…», de Cecilia y José Juan Bartolomé.
Sus primeros trabajos en la Escuela Oficial de Cine: temas feministas inéditos en el cine de entonces.Sigue leyendo →
En «Most beautiful island» su protagonista, Luciana, ha dejado atrás España para instalarse en Nueva York, presunto destino ideal para alcanzar el sueño americano. Pero cada sueño puede revertirse en pesadilla, y más cuando en el tablero de juego tu posición resulta singularmente vulnerable.
La situación presente a la que se exponen muchas mujeres migrantes fue el tema principal de la segunda sesión del ciclo «Mujeres rompiendo cadenas», ilustrado con la proyección del debut en la dirección de la actriz madrileña Ana Asensio, que también firma el guion, protagoniza y coproduce «Most beautiful island» (2017).
Concepción Arenal mantuvo siempre una voz firme e independiente en su defensa por una mejora de las condiciones de vida de los menos favorecidos por la sociedad que le tocó vivir (Ferrol, 1820-Vigo, 1893). Su ética humanista, desarrollada en un pensamiento reflexivo cargado de argumentos, la volcó no solo en una ingente obra escrita (recogida en 23 volúmenes), también en un compromiso vital de acción en los proyectos de reforma en que se embarcó, precursora del cambio de la idea de beneficencia al de trabajo social en su sentido moderno.
En el largometraje de 2012 sobre su figura, «Concepción Arenal, la visitadora de cárceles«, Blanca Portillo la encarna a la perfección en su talante emprendedor, reivindicativo y valiente. En homenaje por el bicentenario de su nacimiento, con él iniciamos el pasado jueves 13 el ciclo de proyecciones y coloquios en el Centro de Historias de Zaragoza, con el aforo, actualmente permitido por la crisis sanitaria, completo; un jalón más en la recuperación de nuestra vida cultural presencial.