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Centenario, Comarca Cinco Villas, Largometraje, Lugares de cine, Luis García Berlanga, Pueblos con encanto, Ruta La vaquilla, Sos del Rey Católico, Tertulia Cinematográfica Perdiguer, Zaragoza
Nacido en Valencia un 12 de junio de 1921, para Luis García-Berlanga Martí el cine, arte fugaz, da eternidad a lo efímero. Maestro en usar su filmografía como un espejo esperpéntico de la sociedad española, supo también dejar una huella imborrable en los lugares donde rodó; como en Sos del Rey Católico, localidad zaragozana que en el verano de 1984 vivió un auténtico acontecimiento como escenario de la primera película que se atrevió a abordar con humor la Guerra Civil española: «La vaquilla». Presente siempre el recuerdo de su director, ha querido sumarse a los eventos de 2021 por el Año Berlanga, con una completa semana de actividades que se inició con gran éxito el pasado sábado 12.
Ya en 2009, con ocasión del 25º aniversario del rodaje de «La vaquilla», este municipio de las Cinco Villas rindió homenaje a Luis G. Berlanga con la inauguración de un conjunto escultórico de bronce, obra de José Luis Fernández, que componía, a lo largo de diferentes enclaves, la Ruta de La Vaquilla. Una cinematográfica forma de recorrer este bello municipio, cuna del rey Fernando el Católico, declarado ya en 1968 Conjunto Histórico Artístico, luego Bien de Interés Cultural y considerado como uno de los pueblos más bonitos de España.
El origen del proyecto y su materialización final
Sobre un argumento de Berlanga de los años 40, a mediados de la década siguiente escribe con Rafael Azcona el guion «Los aficionados» (acceso a su original aquí), luego titulado «Tierra de nadie», que la censura del momento prohíbe sistemáticamente tras serle presentado en diversas ocasiones. No fue el único proyecto de su autor rechazado por el régimen franquista, pero de todos ellos fue el único que nunca olvidó, reconvertido en «La vaquilla», que narra las vicisitudes de un grupo de soldados republicanos que, dos años después del inicio de la Guerra Civil española, aburridos en sus trincheras por la falta de actividad frente al bando enemigo y ante el anuncio de este de un gran festejo en el pueblo cercano, con banquete popular, baile y espectáculo taurino, deciden reventarles la celebración robándoles la vaquilla. Pretenden con ello un jugoso doble objetivo: lograr carne para su hambrienta tropa y desmoralizar al bando «nacional». Pero la situación se va complicando cada vez más y se verán arrastrados por una vorágine de imprevistos que subraya, en clave paródica de estereotipos españoles, el sinsentido de esta guerra fratricida considerando quién será realmente su único ganador.
Como la mayoría del cine de su autor, «La vaquilla» se concibió como un filme coral con un gran protagonismo del entorno de su trama. De ahí la relevancia de encontrar el enclave físico adecuado. Finalmente, con producción de Alfredo Matas y un presupuesto que la erigió en la más cara de la historia del cine español, se rodó íntegramente en Sos del Rey Católico durante doce semanas ininterrumpidas, concluyendo en octubre de 1984. El propio Berlanga reconoció entonces la total implicación de sus habitantes, actuando en la figuración como auténticos profesionales. El inicio del largometraje deja testimonio público del agradecimiento por ello.
Un completo programa de actividades
Promovido por la Asociación de Empresarios Turísticos de Sos del Rey Católico, como se anunció en la presentación en la Fundación Caja Rural de Aragón del centenario de Berlanga en Sos (vídeo íntegro aquí), del 12 al 19 de junio, la localidad ofrece un variado programa de actos para todos los públicos, entre ellos, un escape room y visitas guiadas temáticas, además de un taller para el alumnado local sobre la vida y la obra del cineasta valenciano, que servirá para que plasmen su personal visión sobre Berlanga en una serie de videoclips que se proyectarán el próximo sábado. El viernes 18, con la participación de la Spain Film Commision, la Aragón Film Commision y otras oficinas de cine de diferentes localidades, se lanzará la marca «Sos de Cine», consagrándose como jornada de estudio y debate sobre la proyección de la villa como plató de producciones audiovisuales (en 2016 se transformó en la Barcelona del siglo XIV para el rodaje de la serie «La catedral del mar«).
Turismo cinematográfico de lujo
El rico patrimonio histórico-artístico de la localidad y la citada Ruta de La Vaquilla se aúnan en un combinado de lujo para disfrute especial de cualquier amante del cine.

Rótulo en el corazón de Sos indicándonos la ruta de sus principales edificios así como de los enclaves del conjunto escultórico en recuerdo de la película «La vaquilla»
Las esculturas de la ruta representan a tamaño natural las sillas típicas de los cineastas, acompañadas de claquetas que reproducen algunas de las mejores frases pronunciadas en el largometraje.
Una entrañable jornada
La Tertulia Cinematográfica Perdiguer, que con sus 25 años de historia cumplidos este 2021 es la más veterana de España, se trasladó desde Zaragoza el sábado 12 de junio a Sos para vivir allí de forma especial el centenario de Berlanga. No pudo empezar mejor la jornada que recorriendo la Ruta de la Vaquilla contando como guía de excepción con Felipe Díaz, presidente de la Asociación de Empresarios Turísticos de Sos del Rey Católico.

En esta primera instantánea, una ambientación especial para comenzar: uno de los «soldados» del escape room que se iniciaría en breve.
Entre los rincones del recorrido inmortalizados en la película, la calle donde se ubica la barbería donde los soldados republicanos viven uno de sus muchos momentos de peligro infiltrados en el pueblo ocupado por el bando enemigo.
El rincón estrella de la Ruta de la Vaquilla, la escultura de Berlanga, habilitada estos días como un colorido photocall. En el extremo de la izquierda, nuestro cordial y especial guía, Felipe Díaz.
A los pies de la figura, colocada a la entrada del túnel que conduce a la cripta de la iglesia, una claqueta con una frase muy peculiar.
Una ruta que no deja de ofrecernos gratas sorpresas por la estratégica ubicación de sus sillas y por el humor que destilan muchas de las frases de sus respectivas claquetas.
Llegó después la comida en el Restaurante Las Coronas, un completo placer para el paladar.
Tras ella, la anunciada tertulia en torno al cine de Berlanga. Casi dos horas de animadísimo intercambio de impresiones que transcurrieron en un suspiro.
La mayoría de los comensales, a la salida del restaurante, en una foto final de familia como cierre a una gratísima sobremesa.
Seguro que su originalidad hubiera sido del agrado de Berlanga: Julio Ezquerra, el cincovillés de Uncastillo que vende boletos de la ONCE en Sos del Rey Católico, habitual de las caracterizaciones temáticas según las fechas, que estos días aporta su toque al centenario berlanguiano, sin faltar un repertorio de canciones de los tiempos de la Guerra Civil española que se escuchan desde su altavoz, a modo de oportuna banda sonora para terminar trasladándonos en el tiempo.
Agradecer a toda la organización que ha hecho posible este programa de actos en homenaje a uno de nuestros más brillantes cineastas, manteniendo especialmente viva la memoria de un largometraje que es ya todo un clásico del cine español.
Un destino totalmente recomendable
Recomendar la visita a Sos del Rey Católico no solo a lo largo de estos próximos días de celebración del centenario, también en cualquier ocasión para todo aquel que prime entre sus intereses tanto lo cinematográfico como lo histórico-artístico o lo gastronómico.
Para ilustrarlo, unos fotogramas de «La vaquilla» y varias imágenes captadas el pasado sábado 12 de la villa sosiense.
La torre del homenaje del castillo que se construyó como especial fortificación durante la Edad Media dada la estratégica ubicación de Sos entre Navarra y Aragón durante la Reconquista y luchas de poder sucesivas. En el filme, la explanada que actualmente la rodea, cobró intensa vida albergando la secuencia de la comida campestre del bando nacional, plena de figurantes en sus papeles de animados habitantes en la fiesta mayor del lugar.
Vista de los ábsides de la iglesia de San Esteban, cuya bella portada románica del siglo XII, cripta de la Virgen del Perdón y túnel que le da acceso, también aparecen en la película.
En el centro del municipio, la Lonja medieval, que fue sede del emblemático festival Luna Lunera, sorprende también por su distribución y soportal porticado.
Epílogo
Como concluía el cineasta en su discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1989, titulado «El cine, sueño inexplicable«:
Sea arte o no, seguiremos buscando en el cine la emoción de la luz y las sombras, el extravío del espejismo, hasta lograr, como aspiración del corazón, la disolución total de nuestra conciencia, aspirando el éter de la pantalla, perdidos en el encantamiento arrebatador de esa fábrica de sueños que, no lo olvidemos, se inventó simplemente como juguete recreativo.
El propio cartel de «La vaquilla», con sus personajes a modo de recortables que subrayaban su carácter de peones de este gran teatro del mundo, reflejaba bien ese espíritu lúdico que siempre movió a Berlanga.
Sos del Rey Católico disfrutó de un verano inolvidable con el despliegue creativo que supuso el rodaje del largometraje. Se mantienen hoy las sonrisas, los chascarrillos, las anécdotas, entre quienes lo experimentaron. Por eso visitar la localidad y perderse por sus calles, no solo es un placer como pueblo con encanto, también es una particular forma de compartir parte de la memoria de ese sueño lúcido que representa el cine.
Tengo La Vaquilla en espera para volver a verla. Cuántas cosas interesantes en este año con total protagonismo de Berlanga.
¡Gracias por regalarnos esta jornada y hacernos sentir, como siempre en tus artículos, que estamos presentes en los eventos!
Tu blog, ya lo sabes, es una joya.
Beso
Hildy
¡Muchas gracias, Hildy! Sí, fue una jornada muy entrañable, que concluyó con una proyección nocturna al aire libre de «La vaquilla» en el Campo del Toro, lugar donde transcurría la secuencia de la corrida con la vaquilla objeto de discordia.
Desde luego que el centenario del nacimiento de Berlanga es una excusa perfecta para revisitar su filmografía o completarla. La reposición en cines de «La escopeta nacional» resulta una gran oportunidad para disfrutarla en pantalla grande. Para el 20 de agosto se anuncia también la vuelta a las salas de otro de sus títulos más emblemáticos: Moros y cristianos (1987).
Salud y un abrazo.
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