Etiquetas
Campo de Criptana, Fallece a 85 años, Molino Culebro, Molinos de viento, Museo Sara Montiel, Sara Montiel
En un lugar de La Mancha llamado Campo de Criptana, un bisiesto año 1928, en los inicios del cine sonoro, nació una humilde niña, de belleza y voz especial, que, de forma inesperada, llegaría a convertirse en su embajadora más internacional.
Y es que hasta entonces el más destacable rasgo de identidad de aquella tierra lo constituía su singular colección de molinos de viento, inmortalizados por Cervantes por encarnar a los gigantes contra los que luchaba su novelesco personaje Don Quijote. De los diez que hoy es posible encontrar, tres se conservan del siglo XVI, manteniendo su maquinaria original: Molino Burleta, Molino Infanto y Molino Sardinero, declarados Monumentos de Interés Histórico y Artístico, pero el más visitado y admirado, el Molino Culebro, no lo es precisamente por su antigüedad, sino por albergar el museo dedicado a la actriz y cantante Sara Montiel (web oficial). Visitamos este museo hace unos meses y tomamos una serie de fotos de su interior que ahora compartimos con ocasión de la desaparición, el pasado 8 de abril, a sus 85 años, de esta artista, calificada por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España como un mito nacional, por ser la primera intérprete española que conquistó las Américas. Y reseñada por medios internacionales como “the spanish Ava Gardner”, “icono de la época de oro del cine mexicano”, “icono de Hollywood, la diva por excelencia del cine español”.
Su localidad natal, de luto oficial durante dos días por su pérdida, ya le otorgó diversos reconocimientos a esta criptanense que siempre se mostró orgullosa de sus orígenes: los nombramientos de Hija Predilecta en 1991 y de Gigante Universal en 2008, año este en que, con ocasión de su 80 aniversario, se inauguró su museo en el citado Molino Culebro. Muy presente y querida en esta villa molinera, su alcalde recordó entre otros muchos méritos conseguidos por Sara: la Medalla de Oro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España y la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo. Sin olvidar que en 2011 recibió una Estrella en el Paseo de la Fama de Madrid. El museo ubicado en el Culebro consta de tres plantas, con unas 200 fotos, recuerdos y vestidos de la trayectoria de Sara Montiel por el cine, el teatro y la televisión. Su planta calle recibe al visitante con una placa conmemorativa de su inauguración y un cartel, escrito en español e inglés, que dice así:
Sara Montiel, gigante universal. La diva entre las divas
«Sara Montiel, la estrella más famosa y rutilante de la cinematografía hispana y una de las más míticas del cine mundial, nació en Campo de Criptana, provincia de Ciudad Real, el 10 de marzo de 1928. Sus padres fueron Don Isidoro Abad, originariamente labrador y posteriormente negociante de vinos, y Doña María Vicenta Fernández. La futura artista fue bautizada como María Antonia Alejandra Abad Fernández. Desde muy pequeña, María Antonia destacó por su belleza y sus dotes artísticas. En 1943, con sólo quince años, tomó parte en un certamen de nuevos valores, auspiciado por Cifesa, la firma cinematográfica más importante de España, consiguiendo el primer premio, que consistía en una modesta suma de dinero y un contrato para trabajar en el cine. En su primera película, Te quiero para mí (1944), aparece en el reparto como María Alejandra, y a partir del siguiente film, Terminó en boda (1944), adopta el nombre artístico de Sara Montiel, homenajeando a su abuela materna. Debido a lo muy joven que era dieciséis años, se comenzó a llamarla Sarita, apelativo que ha persistido a lo largo del tiempo. En 1948, su película Locura de amor supone su primer gran éxito a nivel internacional, y a partir de ese momento, su camino hacia la fama y el estrellato es imparable. Entre 1950 y 1954, filma en México trece películas, algunas de las cuales han pasado a la historia del llamado Cine de Oro Mexicano. Hollywood le abre las puertas en 1954 como una nueva Gilda. Su primera interpretación en la Meca del cine mundial será de la mano del mítico Gary Cooper en Veracruz, de Robert Aldrich, junto a Burt Lancaster, Denise Darcel y Charles Bronson. Sarita Montiel gozó de un lugar de privilegio en Hollywood, manteniendo amistad con Marlon Brando, James Dean o la hija de Alfred Hitchcock. En 1957, tras unas vacaciones en España, rueda El último cuplé, de Juan de Orduña, que resultó ser el éxito de taquilla más espectacular de la historia del cine español. Sara Montiel abandona Hollywood y se establece definitivamente en España, y su siguiente película, La violetera (1958), llegó a superar con creces el éxito popular de la anterior. A partir de entonces, Sara Montiel combinaría la filmación de películas con la grabación de discos y actuaciones personales en los escenarios más prestigiosos del mundo, llegándose a igualar con las más grandes del cine internacional, desde Greta Garbo, pasando por Marlene Dietrich, hasta Elizabeth Taylor.”
.
Sara, Sarita, Saritísima, y ante todo, como ella siempre se declaró: “manchega por los cuatro costados”. Campo de Criptana concretará este mes los actos a celebrar en homenaje a su paisana más universal.
nemo dijo:
La verdad que muchos días de pérdidas de celebridades que serán recordadas por su vida.
Atmósfera Cine dijo:
Ciertamente, Nemo, primavera de grandes pérdidas para el cine 😦
Fernando Raimundo Corredord dijo:
Magnífico documental para la historia del cine español
AtmósferaCine dijo:
En tiempos en que se están produciendo tantos largometrajes de corte biográfico sobre mujeres artistas, desde luego que uno sobre Sara Montiel podría resultar muy interesante.